En la reunión de Rimini, El ministro italiano de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, lanzó una mordaz advertencia al grupo Stellantis. Ante un auditorio atento, subrayó la importancia crucial de la gigafactoría de Termoli para el futuro de la industria automovilística italiana, al tiempo que destacaba la decepción del Gobierno ante los progresos realizados por Stellantis.
Roma y Stellantis vuelven a enfrentarse
Esta vez, el quid de la disputa radica en la aplicación de la la gigafactoría ACC de TermoliStellantis, en colaboración con Mercedes y Saft, filial de Total Energies. El proyecto, que forma parte de un plan europeo de 7.000 millones de euros, representa una inversión de 400 millones de euros para Italiacon una garantía estatal proporcionada por SACE. Sin embargo, según Urso, Stellantis ha tardado en cumplir sus compromisos, lo que pone en duda el futuro de esta iniciativa.
Durante su intervención, Urso no se anduvo con rodeos: "El Gobierno ha hecho su parte, pero Stellantis no". Afirmó con firmeza que si Stellantis no respondía rápida y positivamente a las expectativas sobre la gigafactoría de Termoli, se reasignarían los fondos del PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia) destinados a este proyecto. Esta declaración fue vista como un verdadero ultimátum por muchos observadores, sobre todo porque el Ministro planteó la posibilidad de atraer a fabricantes de automóviles chinos para llenar el vacío dejado por Stellantis.
Una competición internacional de fondo
La amenaza del Gobierno italiano de desviar fondos a otros actores, incluidos los fabricantes chinos, no debe tomarse a la ligera. Urso subrayó que Italia no puede depender de una sola empresa automovilística para satisfacer la demanda nacional.De este modo, se apoya la idea de incorporar a otro fabricante para aumentar la producción anual hasta al menos un millón y medio de vehículos. El ministro reveló que el Gobierno ya había firmado cuatro memorandos con grandes fabricantes chinos, deseosos de invertir en Europa y contribuir a la movilidad eléctrica en Italia.
Respuesta de Stellantis
Por su parte, Stellantis respondió en un comunicado de prensa, pidiendo la colaboración de todas las partes interesadas para crear las condiciones necesarias para un mercado competitivo y estable. Stellantis subrayó la importancia de la cooperación colectiva para que la transición a la movilidad eléctrica sea un éxito, al tiempo que reafirmó su compromiso de seguir adelante con el plan para Italia, que incluye proyectos como " Mirafiori 2030" . Sin embargo, la declaración del grupo sugiere que la finalización de la gigafactoría de Termoli depende de la evolución de la política de la Unión Europea sobre la transición eléctrica y los avances tecnológicos en baterías.
¿Cuándo se irán Scrooge (el peor ejecutivo del motor de la historia) y su pandilla?
No entiendo por qué el Estado italiano insiste en ayudar a un grupo como Stellantis. Los italianos ya hemos invertido miles de millones en los grupos Fiat, FCA y Stellantis, sólo para ver cómo la producción de automóviles aquí se derrite como la nieve al sol. Si quieren dinero, a cambio tienen que devolver las marcas históricas a los italianos, que se están muriendo. O si no, ¡producimos coches italianos en Italia!
No quiero contradecirte, pero creo que los alemanes quieren hacerse con el grupo Fiat y PSA de la misma forma que se hicieron con Bentley, Rolls-Royce y Lamborghini.