La F1 estudia abandonar el motor híbrido y volver al 100 % diésel

En un sorprendente giro de los acontecimientos, el Fórmula 1considerada durante mucho tiempo la cúspide de la innovación tecnológica automovilística, está considerando abandonar su cadena cinemática híbrida en favor de una solución totalmente de combustión. Desde 2014, los coches de F1 llevan motores híbridos, que combinan un motor turbo de 6 cilindros con una unidad de potencia eléctrica, encarnando la búsqueda de rendimiento y eficiencia. Sin embargo, en una época en la que Europa avanza decididamente hacia la electrificación total de los vehículos, la F1 podría tomar un camino diferente.

El cambio previsto a 100 % térmicos, alimentados por biocombustibles, plantea una serie de preguntas. ¿Se trata de un reconocimiento tácito de que el futuro del automóvil no será exclusivamente eléctrico? ¿Serán los biocombustibles un componente esencial del paisaje automovilístico posterior a 2030? Estas preguntas tienen su eco en los debates actuales en torno al nuevo Acuerdo Concorde, que da forma a las bases reglamentarias y financieras de la F1. Este documento crucial, que vincula a la FIA, los equipos y el deporte, expira el año que viene, y las negociaciones actuales podrían redefinir la dirección tecnológica del deporte.

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A modo de recordatorio, ya se ha acordado que la F1 introducirá gradualmente los biocombustibles a partir de 2022, con el objetivo de utilizar exclusivamente este nuevo combustible en 2025.

Stefano Domenicali, CEO de la F1, declaró recientemente "Si los combustibles sostenibles nos llevan a cero emisiones, entonces podremos incluso plantearnos abandonar las cadenas cinemáticas híbridas en 2030". Esta declaración abre la puerta a una era en la que la F1, sin dejar de estar a la vanguardia de la tecnología, podría allanar el camino a alternativas a los motores eléctricos de 100 % y es también un recordatorio de que Europa no es el mundo. Al final, puede que la fusión de la F1 y la FE nunca llegue a producirse.

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2 Comentarios

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  1. Los biocarburantes son una de las soluciones del futuro, y no sólo para la F1.
    Ser totalmente eléctrico es un callejón sin salida para todos los fabricantes que pretenden eliminar de su gama las versiones con motor de combustión.
    Está claro que necesitamos una oferta polifacética para reducir las emisiones de CO2.

  2. Además de deshacernos del motor eléctrico y su batería, también tendríamos que reducir el tamaño de los depósitos de combustible y reintroducir el repostaje en carrera, que siempre ha formado parte de la estrategia de las carreras y todavía existe en el WEC. Es la única manera de volver a las dimensiones de los coches de los años 2000, ya fueran V10 o V8, hasta 2008.
    - 2009: los coches de F1 empezaron a tener alerones desproporcionadamente grandes
    - 2010: los alargaron para que cupieran depósitos de combustible más grandes con la prohibición de repostar
    - 2014: añadieron motores eléctricos, baterías, turbo híbridos V6 MGU-H, etc.
    - 2022: han vuelto a ser bonitos con el nuevo look, pero siguen siendo gigantescos

    Ya es hora de que tengamos coches de F1 tan bonitos como los de ahora, con potentes V8 o V10 más pequeños y fáciles de manejar.

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