El ex consejero delegado de Stellantis advierte de que las fábricas europeas de automóviles cerrarán o serán tomadas por los chinos, con "manifestaciones, quema de neumáticos y palés".

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Las recientes declaraciones de Carlos Tavares pueden conmocionar a toda Europa. Un año después tras dejar la dirección de StellantisEl antiguo jefe, ahora libre de cualquier restricción comunicativa, lanza un análisis brutal: "Europa va a entregar su industria automovilística a los chinos". Una frase que resuena tanto más cuanto que se produce en un momento en que las fábricas del Grupo avanzan a velocidades radicalmente diferentes en los distintos países.

Un continente fracturado

No hay más que ver el estado actual de las plantas de Stellantis para entender por qué la advertencia de Tavares no se hace en el vacío. En España, la planta de Vigo vive un año histórico: más de 600.000 vehículos producidos de aquí a 2025, un ritmo de producción de un vehículo por minuto, cuatro equipos movilizados día y noche. Vigo se ha convertido en la auténtica potencia industrial del Grupo en Europa, impulsada por unos costes energéticos competitivos.

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En Francia, la dinámica ya es menos favorable. Se prevé que los cinco centros de Francia se sitúen por debajo de la barrera de los 600.000 en un plazo de tres años. El declive es gradual, pero real. Poissy es el foco de preocupación, con una actividad debilitada y una visibilidad incierta. Antonio Filosa, el nuevo Director General, intenta reequilibrar la estrategia entre combustión, híbridos y eléctricos, pero este pivote deja a Europa en una zona gris.

Sin embargo, es en Italia donde la situación está adquiriendo el aspecto de una hemorragia industrial. La producción ha descendido a 310.000 vehículos, lo que supone una caída de 31 % en el tercer trimestre de 2025, las fábricas han cerrado parcialmente y se cierne la perspectiva de que la producción de turismos caiga por debajo de las 200.000 unidades. La mitad de los empleados italianos del grupo están ahora afectados por acuerdos de jornada reducida.

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Mientras Filosa revisa la estrategia de Stellantis, Tavares advierte a Europa

Mientras las fábricas europeas se debaten en un clima económico incierto, Antonio Filosa ha decidido reorientar radicalmente la estrategia del grupo. En su intervención en la Semana Industrial y del Automóvil de Goldman Sachs, admitió que las proyecciones eléctricas eran erróneas y que la transición debería ser más gradual. En Estados Unidos, Stellantis está redescubriendo la eficacia comercial de los híbridos e incluso de los V8, mientras que el mercado europeo espera desesperadamente una flexibilización de la normativa.

Pero para Carlos Tavares, el principal problema no es Stellantis. Es mucho más amplio, sistémico, casi ideológico. El ex CEO acusa a la Unión Europea de haber cometido un "grave error": imponer una tecnología en lugar de un objetivo. Al obligar a los fabricantes a converger en los 100 % eléctricos, Europa habría creado una gran vulnerabilidad, dejando el camino libre a las marcas chinas, que llevan veinte años trabajando en la electromovilidad, para conquistar el continente.

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"Desaparecerán diez fábricas

En declaraciones a varios medios de comunicación portugueses, Tavares hizo una proyección escalofriante. Las marcas chinas, dijo, alcanzarán el 10 % del mercado europeo en cinco años. Sobre la base de 15 millones de vehículos al año, eso representaría 1,5 millones de coches importados, o el equivalente a diez grandes fábricas europeas condenadas a perder su razón de ser.

Y aquí es donde su advertencia se vuelve profética y casi cinematográfica: "Cuando haya manifestaciones, quema de neumáticos y de palés, un inversor chino ofrecerá comprar la fábrica por una suma simbólica, prometiendo conservar los puestos de trabajo. Y los gobiernos aceptarán". Para Tavares, este escenario no tiene nada de ficticio. Es la consecuencia directa de una Europa "intelectualmente arrogante" y excesivamente burocrática, que ha preferido establecer dogmas tecnológicos en lugar de dar libertad a los ingenieros para encontrar las soluciones "más limpias, seguras y accesibles".

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El antiguo jefe también lanza una dura crítica a la burocracia europea, que califica de "cáncer". En su opinión, Europa corre el riesgo de quedar descalificada en el duelo entre Estados Unidos y China, por falta de competitividad, productividad y visión a largo plazo. Mientras Washington simplifica sus normas y Pekín invierte masivamente, Bruselas multiplica las reglamentaciones y consume recursos que podrían haberse invertido en innovación.

Tavares insiste en que si Europa quiere mantener su nivel de vida, tendrá que trabajar más y, sobre todo, trabajar mejor. De lo contrario, se convertirá en el "fusible" de la tensión sino-estadounidense.

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9 reseñas en "L’ancien CEO de Stellantis prévient : les usines automobiles européennes seront fermées ou rachetées par les Chinois avec « des manifestations, des incendies de pneus et de palettes »"

  1. ¿Y quién se encargó de que muchos modelos de Stellantis fueran eléctricos, sin pasar por el proceso de hibridación? Carlos Tavares.
    ¿Quién quería reducir costes a costa de la calidad, y de la imagen de las marcas italianas, instalando el motor PureTech en detrimento de motores italianos como el FireFly? Otra vez Tavares.
    ¿Quién fabricó el Grande Panda en Serbia, o el Junior en Polonia, en detrimento de las fábricas italianas? Tavares.
    Este profesor debería avergonzarse de lo que ha hecho.

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  2. En un grupo ítalo-francés que ha defendido con razón la elección de plataformas multienergéticas, que permiten ahorrar miles de millones de euros y que permiten una gran flexibilidad en la misma línea en respuesta a la demanda, la elección de España, Serbia y Argelia en lugar de Turín, Termoli, Poissy o Rennes suena a auténtica traición a las personas que lo dirigen a diario y que han enriquecido a las familias Agnelli y Peugeot durante décadas, si no más de un siglo.

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    • Tavares hizo todo lo posible por mantener paradas las plantas italianas, e incluso Poissy, deslocalizando la producción. ¿Y ahora viene a dar lecciones? Qué vergüenza.
      El único punto en el que tiene razón es en querer imponer una marcha forzada hacia los coches eléctricos para 2035, cuando las ventas están estancadas y esto sólo favorecerá a los coches chinos.

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  4. Es él quien literalmente ha jodido a su grupo y puede decirlo 😂 Una técnica de manipulación típica de pervertidos narcisistas: reescribir la historia para retorcerla en su beneficio.

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  5. Fue él quien introdujo el motor de salto en el grupo Stellantis.
    Luego viene a dar lecciones de moral, haz lo que yo haga pero no lo que yo diga, ¡¡¡qué caradura!!!

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  6. En este caso, sí, el TAC niega que el líder haya metido la pata. La burocracia europea tiene muchos defectos, pero la creación y gestión de Stellantis es una metedura de pata mayor. Y CT es responsable de ello, no los chinos.

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  8. We comunisti siamo per la socializzazione dei mezzi di produzione, le regolamentazione della propria privata e dei mezzi di produzione e una democrazia che sia "Governo del Popolo" come dice la parola stessa, la regolamentazione del mercato per redistribuire la ricchezza, la tassa di successione sui patrimoni. También estamos viendo el Yang Tse.
    ¡Eravamo nei reparti confino a Mirafiori e al Lingotto, ma abbiamo fatto molta strada e vendiamo auto ecocompatibili a chi ha i soldi, gli altri in tutto il mondo: si uniscano!

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  9. No se puede competir con china, ni tecnológicamente, ni en capacidad de producción a menor coste, por lo tanto hay que ir a la fusión de empresas chino-europeas si el sector no lo hace china será quien produzca los coches para europa....

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