
El 20 de octubre, Antonio Filosa, que fue nombrado hace unos meses para dirigir la Stellantisse dispone a dar un paso que su predecesor, Carlos Tavares, nunca se había atrevido a dar: reunir a todos los sindicatos italianos del automóvil en torno a una misma mesa para un debate directo sobre el futuro industrial del grupo en Italia. Se trata de una iniciativa sin precedentes que podría marcar un punto de inflexión. Desde hace años, las tensiones entre Stellantis y los sindicatos han ido en aumento, en un contexto de retirada progresiva del grupo de la península.
Clima social explosivo
Las cifras hablan por sí solas: según un estudio de Fiom, entre 2020 y 2024, la plantilla de Stellantis en Italia pasará de 37.288 a 27.632 empleados, lo que representa más de 9.600 bajas netas. Más del 60 % de los empleados restantes dependen ahora de amortiguadores sociales, mientras que la producción nacional de automóviles y motores se ha hundido, ya sea para las marcas Fiat, Alfa Romeo o Maserati. Actualmente, Lancia sólo se produce en España.
Al mismo tiempo, modelos estratégicos se han trasladado al extranjero: Fiat 600 y Alfa Romeo Junior en Polonia, Fiat Grande Panda en Serbia, Lancia Ypsilon en España y Fiat Topolino en Marruecos. Italia, durante mucho tiempo la cuna del grupo, se limita ahora a unos pocos productos de nicho. Los únicos productos realmente nuevos son el regreso del Fiat 500 híbrido a Mirafiori y, el año que viene, el Lancia Gamma en Melfi.
Ante esta situación, la presión ha subido de tono. La Fiom, a través de su Secretario General, Michele De Palma, amenazó recientemente con lanzar una movilización general si la dirección no daba muestras de apertura.
Filosa va contra Tavares
En este contexto, Filosa tomó una decisión simbólica: responder al llamamiento de los sindicatos y organizar una primera reunión oficial en Turín con todas las organizaciones representativas del sector.
"La convocatoria es un hecho positivo; la esperábamos desde que fue nombrado", comentó Ferdinando Uliano, Secretario General de la Fim. Las expectativas del sindicato Uilm son claras: obtener la asignación de modelos híbridos a plantas italianas, relanzar la producción de motores en Termoli, dar visibilidad a Melfi y Mirafiori y, por último, aclarar el futuro de Maserati en Módena. En Cassino, la planta se limita actualmente a los modelos Alfa Romeo Giulia y Stelvio, que tienen dificultades para llenar la capacidad instalada.
El momento de la verdad
El "acto político" de Filosa se considera una ruptura con la época de Tavares, durante la cual hubo poco diálogo social en Italia. En aquella época, el antiguo jefe había dirigido el grupo principalmente a través de una lógica de reducción de costes y racionalización de las sedes, aunque ello supusiera sacrificar la importancia histórica de la península. La última vez que se vio a Carlos Tavares en público en Italia fue en un en el lanzamiento del Alfa Romeo Milanoy con motivo del 125 aniversario de Fiat en julio de 2024.
Al aceptar un debate abierto, Filosa se ha distinguido e intenta restablecer un clima de confianza. Pero las expectativas son inmensas: salvar puestos de trabajo, devolver una misión clara a las fábricas y defender el papel de la industria automovilística italiana en el marco de la normativa europea. El 20 de octubre podría ser, por tanto, un momento crucial. Si Filosa consigue sentar las bases de un "pacto" con los sindicatos, estará enviando una fuerte señal: la de la voluntad de reequilibrar la estrategia de Stellantis en favor de Italia.
Juego limpio para Antonio Filosa, la única manera de que la producción se arregle en Italia es que haya conversaciones directas con los sindicatos. Tarvares resultó ser un desastre absoluto para Stellantis. Esperemos que las plantas italianas vean beneficios en el futuro. Fiat/Alfa/Lancia tienen que ser italianos, si no, ¿qué sentido tiene?
Dann hoffen wir mal, dass mittelfristig italienische Marken auch wieder in Italien gebaut werden. Personalmente, sólo conduzco coches fabricados en Italia. Mein MiTo und mein Delta werden langsam alt...
...¿y cuál es el resultado esperado de hablar con líderes sindicales abiertamente comunistas? Se trata de los mismos grupos que se rebelaron en los años 70. En esencia, está negociando con terroristas.
Tavares quería acabar con la industria automovilística italiana, no puede ser de otra manera. Deslocalización de fábricas, reducción de la producción en Italia, despidos: la receta de Tavares para reducir costes y estandarizar los coches fabricados por Stellantis pasará a la historia del automóvil como un escándalo.
Filosa quiere volver a esto, pero va a ser complicado.
Será difícil, pero es su trabajo. Tavares ha cometido demasiados errores y su deseo de reducir costes le ha salido el tiro por la culata.
Es tan fácil fusionar Citroën, Chrysler y Lancia en Premium.
Con el huracán híbrido 3.0 L6 Biturbo
en el marco del STLA Large
Alfa y Dodge y Viper en el deporte puro (V6 y V8 híbrido) Giorgio 2 y STLA amplia.
Maserati Luxo-sport (V6 y V8 híbrido) el Giorgio 2
Y en el extremo inferior de la gama, los habituales Abarth, Peugeot y Opel.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Sin ella está muerto!!!!!!!!!!
Con un programa así, Stellantis se hundirá. Dejémoslo en manos del nuevo jefe, que parece tener planes concretos.