
El drama industrial de la fábrica Stellantis de Termoli sigue desarrollándose en un contexto de crisis. Pocos días después del anuncio de una oleada de despidos voluntarios, los sindicatos vuelven a pedir una reunión urgente con el Primer Ministro para tratar lo que consideran una "retirada gradual" del grupo automovilístico.
200 bajas voluntarias
8 de mayo de 2025, Stellantis ha anunciado la puesta en marcha de un plan de bajas voluntarias en Termoli, 200 empleados de una plantilla total de unos 1.900. Esta medida, que representa alrededor de 10,5 % de la plantilla, se suma a una larga serie de malas señales para la histórica planta del Grupo. Según la información compartida, estas bajas voluntarias van acompañadas de paquetes de incentivos, que varían en función de la edad de los empleados, y se harán efectivas en septiembre de 2025.
Los sindicatos, en particular FIOM-CGIL y UILM, se apresuraron a denunciar esta decisión. Para ellos, ya no cabe duda de que Stellantis inicia una fase de "retirada estratégica" de la industria automovilística en Italia, proceso que consideran inaceptable sin un verdadero proyecto de reconversión industrial. FIOM-CGIL también subrayó la ausencia de un plan claro para el emplazamiento de Termoli, haciendo hincapié en que la planta se encuentra ahora en un estado de "desmantelamiento gradual" tras el fin de la producción de motores FIRE y la suspensión del proyecto Gigafactory.
El proyecto de reconversión está recibiendo una paliza
La planta de Termoli, durante décadas cuna de los motores Fiat, atraviesa un periodo especialmente difícil. La caída de la producción de motores y el bloqueo del proyecto de gigafactoría son señales preocupantes para el polígono industrial. A esto hay que añadir varios periodos de desempleo temporal para parte de la plantilla. La planta, cuya reconversión a tecnologías eléctricas es más crucial que nunca, aún no ha encontrado (o anunciado) una solución permanente para el futuro.
Los sindicatos a la ofensiva
Ante esta situación, los sindicatos no tienen intención de ceder. FIOM-CGIL ha hecho un llamamiento a la movilización, calificando la situación de "crisis nacional" y exigiendo la intervención urgente del Gobierno italiano. "Nos encontramos en un punto de inflexión. El sector del automóvil necesita políticas industriales reales y decisiones europeas firmes para apoyar a la industria y el empleo", ha declarado Samuele Lodi, de FIOM.
Los sindicatos piden una reunión inmediata en el Palazzo Chigi, sede del Gobierno italiano, con John Elkann, Presidente de Stellantis, para comprender la urgencia de la situación y la necesidad de encontrar una solución a esta crisis industrial. En nuestra opinión, hasta que no se nombre al nuevo Director General de Stellantis, los sindicatos seguirán sin respuesta.