Stellantis invierte 1.200 millones de euros en Marruecos, pero el anuncio cae mal en Italia: "una vergüenza".

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El anuncio pretendía ilustrar la ambición global de Stellantis en términos de movilidad sostenible. En Italia, sin embargo, la ira está a la orden del día. El 17 de julio de 2025, el grupo franco-americano-italiano confirmó una inversión masiva de 1.200 millones de euros en la ampliación de su planta de Kénitra (Marruecos), con 3.100 nuevas contrataciones, un aumento de la producción a 535.000 vehículos/año de aquí a 2030 y un incremento del número de vehículos eléctricos e híbridos de bajo coste. ¿El objetivo? Convertir Marruecos en un centro de producción estratégico para África y Europa.

La apuesta industrial de Stellantis en África

La planta de Kénitra, que ya está operativa desde 2019, va a adquirir una dimensión totalmente nueva. Aquí, Stellantis aumentará la producción de vehículos eléctricos compactos, como el Citroën Ami, el Opel Rocks-e y el Fiat Topolino, hasta 70.000 unidades/año, y a partir de julio, un nuevo vehículo eléctrico de tres ruedas, el Fiat Tris. La producción de motores MHEV, que comenzó en mayo, alcanzará las 350.000 unidades/año en 2026. Sin olvidar la producción de los futuros Fiat Giga-Panda, Fastback y pick-up basados en la plataforma Smart Cart. Además, hay una tasa de integración local de 75 % y una capacidad de producción que alcanzará el millón de vehículos anuales en Marruecos a finales de la década.

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Stellantis responde así a las ambiciones de la estrategia "Dare Forward 2030" y a la visión del Rey Mohammed VI de hacer de Marruecos un líder africano de la movilidad sostenible. El Gobierno marroquí ha acogido favorablemente esta asociación "ejemplar", que se beneficia de un marco fiscal e industrial favorable.

Tormenta política en Italia: "Otra traición

Pero en Italia, el anuncio ha provocado una ola de indignación política. Las críticas llovieron sobre John Elkann y el nuevo Director General, Antonio Filosa, tanto desde la derecha como desde el centro. Carlo Calenda (Azione) criticó "la enésima trampa para tontos" y pidió que se convocara a Elkann, que se destituyera al ministro Urso y que se revisaran las políticas industriales del país: "La producción italiana no se reactivará creyendo en vagas promesas".

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Por su parte, la "Lega" denunció este hecho como una "vergüenza": "Después de cerrar fábricas y despedir a gente en Italia, Stellantis contrata ahora en África. Y sin embargo, durante décadas, el grupo ha recibido millones de euros en ayudas públicas italianas. Esto es inaceptable".

Lo que es aún más preocupante es el efecto dominó sobre el ecosistema industrial italiano. Al parecer, varios proveedores italianos, sobre todo en torno a la planta de Cassino, ya han recibido invitaciones para trasladar su producción a Marruecos, con el apoyo de Stellantis... e incentivos del Gobierno marroquí. Se trata de una estrategia a dos velocidades que deja pocas esperanzas para una auténtica reactivación industrial en Italia.

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¿El millón de vehículos prometido por Stellantis? No se fabricará en Mirafiori ni en Pomigliano, sino en Kénitra.

Otra ruptura entre Stellantis e Italia

Italia tiene cada vez más la impresión de estar relegada a un segundo plano en la estrategia global de Stellantis. Tras el Fiat 600 y el Alfa Romeo Junior en Polonia, el Fiat Grande Panda en Serbia, el Fiat Topolino en Marruecos y el Lancia Ypsilon en España, este anuncio suena como otra bofetada en la cara. Sin embargo, Italia tendrá pronto el nuevo Fiat 500 híbrido en Mirafiori y el Lancia Gamma en Melfi. Pero no será suficiente para alcanzar grandes volúmenes de ventas.

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La Junta General de Accionistas del 18 de julio, en la que Antonio Filosa presentará los resultados semestrales del Grupo, será objeto de un atento seguimiento.


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