
En los últimos días se ha producido un anuncio tras otro en relación con la industria automovilística europea. Antonio Filosa, nuevo Director General de StellantisJean-Philippe Imparato, Director de Stellantis Europa, habló en el Salón del Automóvil de Múnich, y Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, dio a conocer una nueva orientación legislativa. Detrás de estas declaraciones hay un hilo conductor: el proyecto E-Car de la Unión Europea, diseñado para dar nueva vida a los coches pequeños y asequibles, bien podría convertirse en un revulsivo para Stellantis. Y sobre todo para Fiatla marca más legítima en este campo.
Europa en declive automovilístico
Antonio Filosa sacó una dura conclusión: Europa es la única gran región del mundo que ha visto caer tan rápidamente sus ventas de automóviles. "Hemos pasado de 19 a 15 millones de coches, con la pérdida de unos 3 millones de vehículos", dijo. El segmento de los coches compactos, históricamente muy popular en Europa, se ha visto especialmente afectado por este descenso.
Ursula von der Leyen toca a rebato
Consciente de la necesidad de adaptar la oferta automovilística a la demanda real de los europeos, Ursula von der Leyen dio a conocer una iniciativa clave: "Tenemos que invertir en vehículos compactos y asequibles, tanto para el mercado europeo como para satisfacer la fuerte demanda mundial. Para ello, propondremos trabajar con la industria en una nueva iniciativa titulada Coches pequeños asequibles". Menos burocracia, menos normas".
En otras palabras, Bruselas está preparando el terreno para una normativa más flexible que impulse la producción de coches eléctricos pequeños y baratos. Esto es exactamente lo que Fiat necesita para prepararse para el futuro.
Jean-Philippe Imparato pone cifras sobre la mesa
Jean-Philippe Imparato fue más allá, señalando la práctica desaparición del segmento A: "En 2019, había 49 modelos que costaban menos de 15.000 euros. Hoy sólo queda uno". En su opinión, volviendo a unas condiciones de homologación similares a las de 2018, y limitando la potencia y la velocidad, es posible producir coches de 3,50 a 3,70 metros que se vendan por unos 15.000 euros. Exactamente el espíritu del proyecto europeo E-Car.
Por qué el proyecto E-Car es ideal para Fiat
El proyecto describe dos categorías de pequeños coches eléctricos:
- M0: potencia limitada a 54 CV, prohibido circular por autopistas, seguridad reducida.
- M1 ASEV: más parecido a los coches actuales, con confort y autorización para utilizar vías rápidas, sin dejar de ser compacto (3,80 m máximo, 1 tonelada incluida la batería).
Es precisamente esta segunda categoría la que podría dar cabida a los futuros Fiat 500 y Fiat Panda, previstos para 2030. Estos modelos deberán basarse en una plataforma específica, y no en la STLA Small utilizada por otros vehículos Stellantis, prueba de la importancia estratégica del proyecto para Turín.
Desde la creación de Stellantis, el segmento A ha sido el gran olvidado. El Fiat 500 eléctrico ha intentado ocupar este papel, pero con un éxito limitado debido a un precio que se considera demasiado elevado y al fin gradual de las subvenciones europeas. El Fiat Panda sigue despertando un interés masivo en Italia, pero su sustitución está prevista para 2030.
Si el proyecto E-Car llega a buen puerto, Fiat podría retomar su papel histórico de campeón de los coches pequeños y populares. Mejor aún, este impulso podría inspirar a otras marcas del Grupo Stellantis a volver al segmento A, como Citroën con el C1 o Peugeot con un 108.
El mensaje es claro: la Unión Europea, Stellantis y Fiat convergen por fin en una misma visión. Por un lado, Bruselas quiere coches compactos, accesibles y eléctricos. Por otro, Stellantis podría aprovechar el proyecto E-Car para impulsar las ventas de sus futuros Fiat 500 y Fiat Panda.