
El Grupo Stellantis ha revelado en un comunicado que ha sido víctima de un ciberataque en Norteamérica. El incidente no afectó directamente a las fábricas de la empresa ni a su red informática central, sino que se originó en uno de sus proveedores de servicios externos encargado de prestar parte de su servicio de atención al cliente.
En un comunicado emitido desde Auburn Hills (Michigan), el fabricante confirmó que se había detectado un acceso no autorizado en la plataforma de este proveedor de servicios. "Proteger los datos de nuestros clientes y mantener su confianza es nuestra máxima prioridad", declaró Stellantis. Inmediatamente después de descubrirse la intrusión, la empresa activó sus protocolos de respuesta a incidentes, puso en marcha una investigación interna y notificó el hecho a las autoridades pertinentes. Actualmente se está informando a los clientes directamente afectados.
La buena noticia es que la información comprometida se limitaba a los datos de contacto. Stellantis señala que no se ha accedido a datos bancarios ni a información personal sensible. Sin embargo, la empresa insiste en la necesidad de que sus clientes estén alerta: no hagan clic en enlaces sospechosos y no compartan información personal en respuesta a correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas inesperadas.
El ataque se produce en un momento en que la industria mundial del automóvil está cada vez más expuesta a los ciberataques. Jaguar Land Rover (JLR) sufrió recientemente un importante ciberataque que paralizó sus fábricas y su red de ventas, provocando retrasos en las entregas y pérdidas de producción. Aunque Stellantis escapó a tal perturbación, el episodio sirve para recordar hasta qué punto los eslabones de la cadena, en particular los proveedores de servicios de terceros, representan un punto de entrada privilegiado para los piratas informáticos.
El fabricante no ha especificado cuántos clientes se han visto afectados, ni la identidad del proveedor de servicios que ha sido víctima del ataque. Hasta que sepamos más, el mensaje es claro: Stellantis quiere tranquilizar, pero insta a sus clientes a ser cautelosos ante cualquier intento de phishing que pueda derivarse de esta filtración de datos.
JLR también pierde 5 millones de euros al mes.
Desde ayer, las pérdidas de JLR han pasado de 5 millones al mes a 5 millones al día. Han superado los 130 millones de pérdidas por este motivo.