Casi un año después de dimitir como Director General de Stellantis, Carlos Tavares sigue viviendo su pasión de toda la vida: el automovilismo. Instalado en Portugal, lejos de los arcanos del poder industrial, el antiguo Director General comparte en su libro "Un pilote dans la tempête" (Un piloto en la tempestad) algunos recuerdos impactantes de su vida de gentleman driver. Tras evocar su Alfa Romeo Alfasud Sprintes otro icono italiano el que recuerda: el Lancia Stratos HF.
"Otro momento intenso y perfectamente feliz en mi carrera como piloto fue mi participación en el Rally Histórico de Montecarlo hace unos años al volante de un maravilloso Lancia Stratos con los emblemáticos colores de Alitalia, pilotado por Sandro Munari", escribe.
Este Stratos, propiedad de su amigo Richard Mille, no es un coche cualquiera. Es un verdadero ejemplo del espíritu de los años 70, cuando Lancia dominaba el campeonato del mundo de rallies. Bajo su capó central, el V6 de 2,4 litros original de Ferrari Dino, que desarrollaba unos 190 CV en su versión de carretera y hasta 280 CV en configuración de competición, impulsaba este coche compacto con sus líneas afiladas y un sonido y una capacidad de respuesta inigualables.
Tavares recuerda haber tenido el privilegio de conducirlo en las etapas nevadas y heladas de la región de Ardèche, durante el Rally Histórico de Montecarlo.
"Qué felicidad y qué responsabilidad", confiesa, antes de insistir en un mensaje que aún resuena hoy:
"¡Los tecnócratas autófobos de Europa deberían darse cuenta de la pasión y la alegría que siente la gente cuando este coche pasa por sus pueblos! Es inaudito".
Es una declaración contundente de un hombre que ha tenido que conciliar durante mucho tiempo su pasión por los coches con los imperativos de un grupo comprometido con la transición eléctrica...
El antiguo patrón concluye su anécdota con un toque de humor: a pesar de una infracción de tráfico injustamente atribuida por los comisarios, devuelve el Stratos "sin un rasguño" a Richard Mille, agradeciendo "de todo corazón" su generosidad.
El Lancia Stratos sigue siendo una leyenda a día de hoy. Diseñado por Marcello Gandini para BertoneCampeón del Mundo de Rallyes en 1974, 1975 y 1976, simboliza una época en la que Italia sabía combinar diseño, tecnología y emoción.
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¡Este "capitán de industria" ha sufrido una sobredosis!
Basta ya de Carlos Tavares, que no ha hecho más que perjudicar a las marcas italianas y cuyo historial es escandaloso.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque no nos conozcamos, lo que dice de stratos es cierto, pero no tiene nada que ver con su actuación al frente de steletis donde estamos ante una persona competente en el mundo técnico de la automoción, este tipo, al que el dinero le permitía hacer rallyes, no me impide decir que hoy por hoy, dada la ruptura industrial que ha conseguido, en gran parte debería estar en la cárcel.