
Cuando te gastas 320.000 euros en un Lamborghini Aventador SV, esperas un vehículo irreprochable. Eso es lo que esperaba un famoso YouTuber británico del mundo del motor cuando compró su primer Lamborghini. Quería llevarlo al circuito, hacer viajes por carretera y crear contenidos con sus amigos creativos como Matt Armstrong y DDE. Pero su sueño pronto se vino abajo.
Un Lamborghini "perfecto"... en apariencia
El coche se adquirió a distancia a través de un concesionario británico de gran reputación, que lo presentó en un estado impecable. Se trata de una venta en consignación: el vehículo pertenece a un particular, pero se ofrece a la venta a través de este concesionario.
El comprador comete entonces un error fatal: transfiere los fondos directamente al propietario, y no a la empresa intermediaria. Como consecuencia, perderá todos sus derechos como consumidor en caso de litigio.
El coche fue entregado en Portugal para rodar en un circuito. Cuando ve el coche en la vida real, enseguida se da cuenta de un detalle sospechoso: el parachoques delantero y el capó no son del mismo color, señal de un trabajo de pintura no declarado. Y lo que es más importante, al arrancar el coche se enciende una luz de advertencia del motor.

A pesar de ello, se puso al volante. Tras recorrer sólo 165 km, sintió que algo iba mal. Por precaución, decidió no seguir conduciendo y envió el coche por correo a Inglaterra para su revisión.
Una avalancha de defectos descubiertos a la vuelta
Fue en el Reino Unido donde el caso dio otro giro. Talleres especializados inspeccionaron el coche. Los resultados fueron abrumadores:
- Caja de cambios e-gear defectuosa,
- Fugas en la bomba de agua,
- Sensores fuera de servicio,
- Informe técnico cuestionable,
- Neumáticos demasiado gastados.
También descubre un informe de inspección del Lamborghini falsificado o chapucero, con datos incoherentes. Pero incluso en el famoso sitio web CarVertical, todo parece ir bien.

Sin solución tras 7 meses de discusiones
El minorista se defiende culpando a un taller de terceros. El comprador lleva más de 7 meses intentando llegar a un acuerdo, pero sin éxito. No ha recibido ni el reembolso ni la plena responsabilidad de las reparaciones. En el vídeo, menciona su intención de revelar públicamente el nombre del minorista si sigue sin obtener una solución.

Desde entonces, se ha rehecho la pintura y se ha protegido con película PPF, pero los principales defectos mecánicos siguen sin resolverse. Este testimonio subraya lo arriesgado que es comprar un supercoche a distancia, incluso a un profesional de confianza. Esté atento.