
Trueno en el mundo de las carreras de resistencia: Lamborghini ha confirmado que no habrá ningún SC63 en la red en 2026. En un momento en que la categoría de los hipercoches nunca había sido tan dinámica, con la llegada de varios fabricantes importantes, el fabricante italiano da un paso atrás. Detrás del sobrio anuncio se esconde una compleja realidad compuesta de errores estratégicos, desafíos técnicos, elecciones arriesgadas y salidas que precipitaron la caída del programa. He aquí las verdaderas razones de este abandono prematuro.
Un programa técnico frágil desde el principio
Lamborghini nunca ha sido un actor importante en la competición de prototipos. El programa SC63, presentado en 2023, debía llevar a la marca a la élite de la resistencia gracias a la plataforma LMDh. Pero desde el principio, el proyecto se topó con varias limitaciones: la negativa de los principales proveedores de chasis (Dallara, Oreca, Multimatic) y la elección por defecto de Ligier. En cuanto al motor, un fiable pero pesado V8 biturbo desarrollado con Autotecnica Motori (como para el Huracán GT3) pesaba mucho en la balanza técnica.
- Oreca: Acura, Alpine, Hyundai, Ford
- Dallara: BMW, Cadillac, Mclaren
- Mutimatic : Porsche
- Ligier: Lamborghini
Alianza y luego divorcio con Iron Lynx
El verdadero impulsor del proyecto fue Iron Lynx. Más que un simple socio deportivo, el equipo aportó la financiación. Permitía a Lamborghini reivindicar un programa de fábrica, sin tener que asumir en solitario los costes colosales de una temporada WEC/IMSA. Ahora sabemos que el divorcio con Iron Lynx, en un contexto de resultados dispares y tensiones internas, fue fatal.
Una actuación mediocre
Lanzado tarde en la competición (no participó en Daytona 2024), el SC63 estuvo plagado de problemas: caídas durante el desarrollo, retrasos en las piezas y fiabilidad mecánica fluctuante. En el WEC, la primera temporada se saldó con dos abandonos y un 10º puesto en la mejor carrera. En IMSAEl mejor resultado fue el 7º puesto. Nada despreciable para un primer año, pero insuficiente para convencer a nuevos socios.
Cambio de reglas en el WEC, intento de rescate en el IMSA
Para 2025, la CME requiere dos coches por fabricante. Para Lamborghini, sin su principal socio, esto significa duplicar el presupuesto. Una perspectiva insostenible para una marca que no quiere apostarlo todo al automovilismo. La elección no se hizo esperar: salir del CME.
En 2025, Lamborghini volvió a la IMSA Endurance Cup en solitario. En ausencia de Iron Lynx, confió la operación a Riley Motorsports, a cambio de unos honorarios. Pero sin resultados convincentes y sin un socio serio para 2026, el cuchillo cayó. Lamborghini anunció una "pausa" en el programa IMSA GTP. En el lenguaje del automovilismo, esto suele significar "el final del proyecto".
El coche disputará dos últimas carreras en 2025 (Indianápolis y Petit Le Mans), con una serie de mejoras técnicas (sobre todo en la suspensión trasera). El trío formado por Grosjean, Kvyat y Bortolotti intentará restaurar la reputación del coche. Pero para ellos, el futuro está en otra parte.
Lamborghini se centra en los clientes de carreras
La firma de Sant'Agata vuelve a centrar sus esfuerzos en sus sólidos cimientos: GT3 y Super Trofeo. El nuevo modelo Temerario GT3La estrategia Lamborghini Motorsport, desarrollada internamente, dará forma al futuro de Lamborghini Motorsport. Una estrategia más rentable, más controlada y mejor alineada con sus ambiciones comerciales.
Lamborghini no es el primero que se retira de un programa de hipercoches, pero sí es el primer gran fabricante que lo hace. Detrás de esta retirada se esconde un cóctel de errores de apreciación, dependencia financiera y realidades técnicas subestimadas. En lugar de atrincherarse, la marca ha preferido acortar sus pérdidas. Una decisión amarga, pero estratégicamente comprensible.