
El tono está subiendo en el Scuderia Ferrari. Tras un Gran Premio de pesadilla en Miami, marcado por un doble top 8 indigno de las ambiciones de la Scuderia y Tenso choque por radio entre Lewis Hamilton y su ingeniero, Frédéric Vasseur ha decidido alzar la voz. El jefe de la Scuderia deposita ahora todas sus esperanzas en el Gran Premio de Barcelona del fin de semana del 1 de junio, refiriéndose a un "reset para todos". Un mensaje contundente, casi un ultimátum, dirigido a un equipo que pierde el norte.
Miami, ¿el punto de ruptura?
Todo parecía dispuesto para una remontada en Miami, con una pista favorable a los Ferrari... pero al final, sólo acabaron 7º y 8º. Peor aún, los coches rojos se encontraron detrás de un Williams, y muy, muy lejos de un McLaren que había dominado la carrera. Resultado: 152 puntos por detrás en el campeonato de constructores tras sólo seis carreras. Un abismo.
En la pista, el duelo entre Hamilton y Leclerc dejó huella. Aunque los dos pilotos intercambiaron posiciones rápidamente, fue el tono y el contenido de los mensajes de radio lo que puso de manifiesto el malestar. Hamilton, atascado detrás de su compañero de equipo, bromeó: "Tómate una taza de té mientras decides", y luego, más ácido: "¿Quieres que deje pasar también a Sainz?
Hamilton reprende a Vasseur en privado
El incidente no se limitó a la radio. Al final de la carrera, Hamilton tuvo un acalorado intercambio con Fred Vasseur. "Entró en mi habitación, le puse la mano en el hombro y le dije: 'Eh, relájate. No seas tan susceptible", dijo el británico a los periodistas. Sin disculpas, pero con un mensaje claro: "Soy un luchador, quiero ganar. Si siento que se está alargando, lo diré".
El tono siguió siendo diplomático en apariencia, pero el daño ya está hecho: en Maranello empiezan a preguntarse si la química entre el equipo y su "dream team" de pilotos funciona realmente. Vasseur, como un bombero, restó importancia a la situación: "Entiendo su frustración. Pero las órdenes estaban justificadas. El Ferrari es lo primero.
¿Está el coche a la altura?
Quizá eso sea lo peor: Ni Leclerc ni Hamilton creen realmente en el potencial del SF-25. Las actualizaciones introducidas en el Gran Premio anterior no cambiaron nada. Peor aún, el equipo fue incapaz de adelantar a un Williams en carrera. Es un fracaso que ni siquiera las explicaciones de Vasseur de "errores de clasificación" son ya suficientes para enmascarar.
Leclerc, habitualmente comedido, parecía resignado. Hamilton, por su parte, empieza a levantar la voz. Y la idea de un desamor gradual entre los pilotos y el equipo técnico se está convirtiendo en tema de debate en el paddock.
¿Barcelona o el fin de un ciclo?
Con este telón de fondo de alta tensión, Vasseur mira ahora al Gran Premio de España como una especie de última esperanza. En Imola se prevén cambios importantes, pero es en Barcelona donde podrían barajarse de nuevo las cartas: "Las nuevas normas sobre flexibilidad supondrán un cambio de alerones delanteros, así que podría ser un reset para todos", declaró a la prensa italiana. En otras palabras, si nada cambia en Barcelona, todo podría cambiar en Maranello.
Detrás de la retórica apagada, brilla un mensaje: el verdadero "reset" puede que no sólo afecte a las piezas del coche. También podría afectar al organigrama del equipo. Una forma de ultimátum tácito, pero ahora claro.