Hubo otro Stelvio antes de Alfa Romeo: este extraño Stelvio Zagato expuesto en Tokio.

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Antes de que el nombre Stelvio se convirtiera en sinónimo de SUV deportivo en Alfa RomeoYa lo luce un coche tan raro como inclasificable. En Tokio, en un garaje especializado en coches italianos de época, una aparición de color rojo brillante atrae ahora la atención de los ojos más exigentes: el Zagato Autech Stelvio. Un coupé de los años 90 completamente olvidado, del que sólo se produjeron unos cientos de ejemplares, y cuyo único parecido con el SUV moderno... es su nombre.

Un italiano... diseñado para los japoneses

Detrás de este intrigante coche se esconde una colaboración tan sorprendente como ambiciosa entre el carrocero milanés Zagato y el tuneador japonés Autech Japan. A finales de los años 80, Japón vivía una época dorada de crecimiento económico, y con ella una moda por los coches de lujo fuera de lo común. Nissan decidió confiar a su filial Autech la tarea de crear modelos ultra exclusivos para una clientela adinerada. La idea era sencilla: producir auténticos "coches de diseño", concebidos sin concesiones y vendidos en series muy reducidas. Para lanzar este programa, Autech recurrió a Zagato, cuyas audaces carrocerías ya han dejado su impronta en Alfa Romeo, Aston Martin y Lancia. El proyecto ha recibido un nombre italiano: Stelvio.

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Un cuerpo esculpido con un martillo, como en los viejos tiempos

Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1989, el Zagato Autech Stelvio suscitó divisiones de inmediato. Algunos lo encontraron fascinante, otros francamente inquietante. Su frontal está dominado por un capó abombado de forma improbable, que incorpora tanto tomas de aire como... espejos retrovisores alojados directamente en las aletas delanteras. Los flancos son musculosos, las llantas macizas evocan tapacubos futuristas y la zaga termina en una discreta banda de luces negras.

Pero detrás de este diseño atípico se esconde una artesanía de rara nobleza. La carrocería está fabricada íntegramente en aluminio, moldeado a mano mediante un método similar al famoso proceso Superleggera. Cada panel es martillado, ajustado y pulido por artesanos italianos, muy lejos de las cadenas de montaje industriales. Incluso el interior refleja esta atención al detalle, con una lujosa presentación que combina cuero de plena flor y madera de nogal, en un ambiente decididamente más italiano que japonés.

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Un corazón japonés bajo un vestido italiano

Sin embargo, bajo esta escultura rodante late un corazón muy japonés. La base técnica procede del Nissan Leopard, primo directo del 300ZX. Está propulsado por un 3.0 V6 biturbo que oficialmente rinde 280 CV, pero cuya potencia real ronda los 290 CV. Se trata de una infradeclaración deliberada, resultado del famoso pacto no oficial entre los fabricantes japoneses para limitar las cifras de potencia.

La caja de cambios automática de cuatro velocidades se impone desde el principio, lo que delata la orientación más gran turismo que deportiva del modelo. A pesar de su chasis específico, reforzado y optimizado por Autech, el Stelvio nunca se concibió como un coche de carreras. Es un coche de salón sobre ruedas, una obra de arte sobre ruedas más que una herramienta de rendimiento. Su objetivo no es batir el crono, sino dar que hablar, sorprender, incluso molestar.

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Un coche vendido por el precio de un Ferrari

En 1989, el Zagato Autech Stelvio tenía un precio de unos 700.000 francos, es decir, más de 100.000 euros en la actualidad. Un precio disparatado para un coche japonés de la época, equivalente al de un Ferrari. Como resultado, sólo se fabricaron unos pocos cientos de ejemplares. Oficialmente, se fabricaron 203 unidades, incluidos algunos prototipos. Otras fuentes cifran la producción real en menos de 110 vehículos. En otras palabras, hoy es casi un milagro verlo en carne y hueso.

Expuesto en Tokio... y a la venta

El ejemplar actualmente expuesto en Japón puede verse en Garage Italya, un concesionario especializado en modelos italianos raros. Una deliciosa ironía: este coche italiano diseñado para Japón lo vende ahora un taller japonés con nombre italiano. El coche no sólo está expuesto, sino también a la venta, a un precio que sólo puede indicarse previa petición. El coche, de color rojo vivo e interior beige, sólo tiene 39.000 kilómetros. Matriculado por primera vez en Japón en 1997, se encuentra en perfecto estado y su permiso de circulación es válido hasta finales de 2025. Es un coche con volante a la derecha y tracción trasera, con un motor V6 biturbo de 2.960 cc y su transmisión automática original. Sus imponentes dimensiones de coupé de lujo le confieren una presencia inesperada, realzada por su diseño inclasificable. Un Stelvio antes de tiempo. Y probablemente para siempre el más extraño.

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