Para su coche de carreras, Ligier y BOSCH han convertido a hidrógeno el motor V6 3.0L de Maserati.

Sobre el papel, la idea parece casi descabellada: coger el motor V6 biturbo de un supercoche italiano y transformarlo para que funcione... con hidrógeno. Y, sin embargo, eso es exactamente lo que Ligier y BOSCH Engineering han hecho con uno de los motores más sofisticados de la producción italiana: el Nettuno V6 de 3,0 litros del último superdeportivo italiano. Maserati. Tras la silueta de un prototipo de carreras con insignia Ligier se esconde un corazón Maserati 100 %... modificado para funcionar con hidrógeno. El resultado: un coche de carreras capaz de desarrollar más de 600 CV, superar los 280 km/h en pista y unas emisiones de CO₂ cercanas a cero.

Un motor Maserati... irreconocible bajo el capó

Visualmente, nada delata sus orígenes. La carrocería es la de un Ligier JS2 RH2, un demostrador de hidrógeno con aspecto de GT futurista. Pero debajo está el motor del supercoche de Maserati, que ha sido ampliamente modificado por los ingenieros de Bosch Engineering para que funcione con gas hidrógeno a presión en lugar de gasolina.

A diferencia de los coches de pila de combustible, aquí no se trata de propulsar un motor eléctrico. Estamos hablando de un auténtico motor de combustión interna, con ruido, revoluciones y sistema de escape. La única diferencia es que el combustible ya no es fósil, sino hidrógeno. Al final, los cambios son menos radicales de lo que se imagina: nuevos inyectores, bobinas, bujías, recalibración completa del ordenador del motor. Los cilindros, los pistones, la lubricación e incluso gran parte del sistema de refrigeración siguen siendo originales.

Ruido V6... sin contaminación

Éste es quizá el aspecto más desconcertante de este proyecto. Al oído, el JS2 RH2 suena como un Maserati MCPura, quizá incluso un poco mejor. Grave, metálico, rabioso. Un V6 puro, sin adulterar. Sin embargo, cuando sale por los escapes, no hay humo ni olor a gasolina: las emisiones se estiman en 0,8 gramos de CO₂ por kilómetro, parte del cual procede directamente del aire ambiente.

Y en cuanto a prestaciones, el coche es cualquier cosa menos un prototipo prepotente. La versión actual desarrolla en torno a 600 CV y entre 650 y 680 Nm de par, según los reglajes. La versión "Gen 2", que se está desarrollando actualmente, tiene más de 650 CV y casi 900 Nm. Bosch afirma incluso que un motor de hidrógeno podría llegar a ofrecer 20 % más de potencia que un motor de gasolina equivalente.

Un coche de carreras ultraseguro

El hidrógeno fascina tanto como preocupa, a menudo por su imagen explosiva. En el JS2 RH2, la seguridad se ha tratado como una obsesión de ingeniería. Tres depósitos de fibra de carbono, situados alrededor de la célula de carbono, almacenan 6,3 kilos de hidrógeno a 700 bares. Cada compartimento está aislado, ventilado, vigilado por sensores y acoplado a un sistema de detección de fugas capaz de parar el motor en milisegundos. Los ingenieros han diseñado un circuito de ventilación pasiva que expulsa automáticamente los gases al exterior en caso de avería, evitando así cualquier acumulación en el habitáculo. La electrónica también activa un sistema de seguridad en cascada, desde la alerta al conductor hasta la desconexión completa del sistema en caso necesario.

De Le Mans a Magny-Cours: el nacimiento de un ecosistema de hidrógeno

El Ligier JS2 RH2 no es sólo un concepto encerrado en un salón del automóvil. Se conduce. Con fuerza. Demasiado a menudo subestimado, su historial de pruebas ya es impresionante: más de 7.000 kilómetros recorridos en condiciones extremas, desde el frío del invierno hasta el calor del verano. En junio de 2024, el coche completó una carrera de demostración oficial en las 24 Horas de Le Mans antes de la carrera, y estuvo expuesto toda la semana en el Hydrogen Village. Ahora continúa sus pruebas en Magny-Cours, donde Ligier, Bosch y el circuito pretenden crear un auténtico centro tecnológico del hidrógeno.

En 2028, una categoría de hidrógeno podría ver la luz en Le Mans y en el campeonato de resistencia. Ligier, Bosch, ACO y Alpine ya están trabajando en esta dirección. Es una lástima que Maserati no participe activamente en el desarrollo de este proyecto, sin duda más interesante para la marca que la Fórmula E.