Este Maserati Grecale Tributo Bruciato se presenta en un sorprendente color vino tinto que cambia según la luz.

Cuando el arte del vino se une al del automóvil italiano. Maserati acaba de presentar una serie muy especial: Grecale Tributo Il Bruciato, fruto de la colaboración entre la empresa de Módena y los famosos Marchesi Antinori, uno de los nombres más prestigiosos del vino italiano.

Esta edición limitada no sólo lleva un nombre inspirado en un vino añejo, sino que capta literalmente su color. Pintada en un nuevo tono llamado Alchimia Scarlatta, la carrocería refleja los profundos matices de una copa de vino tinto arremolinándose a la luz. El secreto de este efecto visual es un pigmento Chromaflair único, que varía los reflejos de burdeos a cobre dorado o frambuesa oscuro según el ángulo desde el que se mire. Una proeza que transforma cada rayo de sol en un espectáculo visual.

Desde el punto de vista estético, este Grecale es toda una declaración de intenciones con sus llantas Pegaso Forgiati o Crio Fuoriserie de 21 pulgadas, las pinzas de freno negras y la firma Fuoriserie pintada en la aleta delantera. En el interior, Maserati ha recurrido a su artesanía: cuero de color tostado y rojo oscuro, costuras tono sobre tono y motivos "canelones" en los asientos, sin olvidar el logotipo Tridente bordado en rojo oscuro en los reposacabezas. El resultado es una mezcla de calidez toscana y sofisticación italiana.

En cuanto al ambiente, el sistema de audio Sonus Faber de 14 altavoces y el techo panorámico mejoran esta experiencia sensorial.

Este Grecale único es un homenaje a Bolgheri, la joya de la costa toscana donde Il Bruciato nació en 2002. Es un guiño a la naturaleza, a la tierra y al savoir-vivre italiano.

Giovanni Perosino, Director de Marketing de Maserati, resume a la perfección la filosofía de este proyecto:

"Este Grecale es un homenaje al saper vivere italiano, donde cada curva cuenta una historia y cada viaje se convierte en una experiencia".

Para Renzo Cotarella, Consejero Delegado de Marchesi Antinori, el paralelismo es evidente:

"Como ocurre con un gran vino, la esencia de este coche no reside sólo en su perfección técnica, sino en su capacidad para hacer extraordinario lo cotidiano".