Cuando la pasión se une a la locura, a veces el resultado son proyectos totalmente inverosímiles. Es el caso de este Mazda RX-8 de 2004, actualmente a la venta en Montague (Massachusetts), que esconde un motor V8 bajo el capó... Maserati !
Sí, has leído bien: el famoso motor V8 de 4,2 litros de los Maserati de la década de 2000, como el Quattroporte y el primer Granturismo, se ha trasplantado al deportivo japonés conocido por su motor rotativo. El resultado: 400 CV y un sonido italiano que seguro hará girar cabezas al arrancar.
El motor está acoplado a una caja de cambios manual de 6 velocidades Nissan 350Z (CD009), utilizando un kit adaptador Speed Gems MAS101 diseñado específicamente para acoplar el motor Maserati/Ferrari F136 a la transmisión japonesa.
El kit utiliza un volante Maserati, un motor de arranque original y un embrague Nissan 350Z, sin cortar la carcasa de la caja de cambios. Es una proeza de ingeniería de Speed Gems, que permite casar dos sistemas mecánicos de mundos completamente distintos.
El anuncio afirma que el coche conserva el aire acondicionado y todas sus funciones originales. El propietario afirma que el coche funciona perfectamente, aunque sufre un ligero problema de refrigeración cuando está parado, probablemente debido a un radiador de tamaño insuficiente.
Visualmente, este RX-8 azul se mantiene relativamente sobrio a pesar de su espectacular intercambio, con un capó modificado que permite que sobresalga parte del V8 y un discreto kit de carrocería. El vendedor, que lo ofrece por 20.000 dólares, señala que su historial incluye un frontal reconstruido tras un accidente menor, que ya ha sido reparado.
Una creación totalmente loca, mitad japonesa, mitad italiana, que combina el alma de un Mazda ligero y ágil con la furia de un Maserati V8 de aspiración natural. Una mezcla de culturas mecánicas con la que sólo Estados Unidos podía atreverse.
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