Lancia Ionos: un concepto homenaje al Stratos, con dos motores V5 que forman un V10 único, y una transmisión Porsche.

En los últimos años, los restomods y las reinterpretaciones de clásicos emblemáticos se han hecho cada vez más populares. Officine Fioravanti con el Testarossa, Kimera con los EVO37 y EVO38, que recuerdan al Lancia Rally 037, o incluso al Totem que reinventa el Giulia GT. Uno de los pioneros del género fue MAT Automobili, que en 2017 presentó el "Nuevo Stratos", una evocación del icónico deportivo de los años 70. Pero, al fin y al cabo, ya hubo quien lo intentó mucho antes, ¡hace casi 30 años!

La audacia, algo que Sbarro y Stratos tienen en común

Franco Sbarro es un diseñador italiano que fundó la casa de diseño del mismo nombre, con sede en Suiza, así como una escuela de diseño y formación automovilística con sede en Francia, cerca de Montbéliard. Cada año, los estudiantes elaboran un proyecto de diseño en forma de coche completo. Franco Sbarro es famoso por sus espectaculares prototipos, que combinan innovación estética y experimentación mecánica. Por ello, el jefe de diseño de Lancia en aquel momento, Mike Robinson, le pidió que creara "un coche que rindiera homenaje al Stratos, pero más en espíritu que en estilo".

Anunciado en el Salón del Automóvil de Turín de 1970 con el concept Stratos Zero de Bertone, el Lancia Stratos revolucionó los rallyes en 1974. Además de su diseño decididamente futurista y radical, fue el primer coche concebido principalmente para la competición, tanto por su concepción mecánica como por su accesibilidad para el mantenimiento. Prefigurando unos años a los coches del Grupo B, el Stratos estaba equipado con un Ferrari V6, derivado del Dino, y se convirtió en la nueva reina de los rallyes en la segunda mitad de los años 70, ganando sucesivos títulos mundiales.

En la encrucijada de Stratos y el biodiseño

El vehículo de Franco Sbarro se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1997, donde llamó la atención por su arquitectura atípica, su motor único y su aspecto radical. El Ionos adopta ciertos rasgos que recuerdan al Lancia Stratos: un parabrisas muy inclinado, un habitáculo adelantado y una silueta compacta. El acristalamiento en forma de visera es también una fuerte referencia a su ilustre antepasado. El Ionos mide 3,60 metros de largo, 1,80 metros de ancho y 1,10 metros de alto.

Sbarro busca su propia identidad: el concepto está estructurado por una línea central característica, como una "espina dorsal", que recorre todo el coche, desde el capó delantero hasta la popa, dotando al concepto de cierta animalidad. Las curvas y costillas dan un aspecto reptiliano al conjunto, y nos encontramos en plena era del "biodiseño", que da la espalda al diseño en forma de cuña vigente desde los años setenta. No se han añadido apéndices aerodinámicos, para preservar la pureza estilística.

¡Un motor atípico y una amplia gama de soluciones!

El motor del Sbarro Ionos es uno de sus aspectos más atípicos, pero también la marca de fábrica del diseñador. El Ionos monta un "V10 A", que en realidad consiste en dos motores de 2,4 litros y 5 cilindros en línea tomados del Lancia Kappa, la berlina que sustituyó al Thema en 1994. Sbarro había hecho lo mismo un año antes, ofreciendo dos motores Alfa Romeo de 6 cilindros en el Issima.

Ingeniosamente ensamblados, estos dos motores comparten un sistema de sincronización para funcionar como una sola unidad que entrega alrededor de 400 CV. Su disposición en forma de A también deja espacio para la transmisión, de la que se encarga una caja de cambios manual de 5 velocidades de origen Porsche, acoplada a un sistema de tracción total también tomado de Porsche. Como en el Stratos, el motor está montado en posición central trasera, lo que proporciona una buena distribución del peso y una dinámica deportiva.

El chasis utiliza la tecnología "Dual Frame", desarrollada por Sbarro: una estructura mixta de acero y materiales compuestos diseñada para optimizar la rigidez y la seguridad. La carrocería está fabricada íntegramente con materiales compuestos, lo que reduce el peso a unos 1.100 kg. Los frenos, suministrados por Brembo, son comparables a los utilizados en el DTM de la época, con grandes discos ventilados.

Aunque prometedor, el proyecto nunca se destinó a la producción. El Ionos sigue siendo un testimonio del enfoque pedagógico de Sbarro de diseñar concept cars, reales y de serie, sobre bases técnicas poco convencionales. A principios de los años 2000, Lancia se pasó al neo-retro, con el Lybra y sobre todo el Thésis, pero sin mucho éxito...