
Reina de los campeonatos del mundo de rallyes desde finales de los 80 hasta principios de los 90, el Lancia Delta HF Intégrale cosechó títulos y victorias en innumerables campeonatos, tanto en carretera como en rallycross, y ahora es un firme favorito en los rallyes históricos.
Justo antes del HF, el Delta S4 del Grupo B también incendió los contadores en 1985 con una potencia incalculable. Lancia había desarrollado incluso un Delta aún más loco, el ECV1, que debía corresponder al nuevo Grupo S de la FIA previsto para 1987, con prestaciones aún más alucinantes. Sin embargo, el prematuro final del Grupo B, tras el fatal accidente de Henri Toivonen en el Tour de Córcega de 1986, puso fin a todos estos proyectos y envió a los Grupo B a la jubilación, mientras que el Grupo S siguió siendo un proyecto que nació muerto.
Locura desde Eslovenia
Al final, fue en las subidas donde estos monstruos encontraron una segunda vida, y donde algunos atrevidos pilotos se embarcaron en proyectos bastante locos, siendo los Lancia Delta S4 o HF conejillos de indias especialmente codiciados. El más espectacular de todos es, sin duda, el del piloto esloveno Milan Bubnic.
Milan Bubnic empezó en los rallies en 1996, e hizo su debut en un Clio Williams. Pero en su primera temporada, experimentó con un Lancia Delta y se enamoró del coche. Al año siguiente, compró uno y empezó a modificarlo.
A principios de la década de 2000, Bubnic dividía su tiempo entre la escalada y los rallies (fue subcampeón nacional de rallies en 2003), pero a partir de 2004/2005 se dedicó por completo a la escalada.
Desde entonces, ha ganado 11 veces el título nacional de hillclimb, pero también ha competido contra los mejores en los campeonatos europeos, terminando a menudo en lo más alto de la categoría.
Desde entonces se han fabricado varios modelos, sobre todo tras un grave accidente en 2019. El super-Delta ha ido aumentando su potencia hasta alcanzar los 550, 600 y ahora 700 CV.

Obviamente, todo esto requería un drástico aumento de la carga aerodinámica, como demuestran los enormes alerones y las pistas más anchas para los grandes neumáticos, pero también había que aumentar la refrigeración, de ahí el gigantesco frontal con sus múltiples aberturas y sus enormes radiadores claramente visibles. Es como si el Delta hubiera recibido un tratamiento de esteroides...
Los motores FIAT tienen mucho que ofrecer

¿Y el motor? En las carreras de montaña, los "swaps", es decir, los cambios de motor, son legión. Así que ya no es el Lampredi de 4 cilindros original el que se aloja en el interior de la bestia. En su lugar, Bubnic ha optado por un motor original en la historia de FIAT, a saber, el 5 cilindros en línea turboalimentado de 2,0 litros y 20 válvulas que se utilizó en la evolución del Fiat Coupé, producido entre 1996 y 2000. Este motor de 5 cilindros turboalimentado de 700 CV recuerda al motor de 5 cilindros turboalimentado del Audi Quattro.
Con 700 CV y sólo 1.100 kg, puedes imaginarte el misil que es, pero también la habilidad necesaria para domarlo bajo la lluvia y a la salida de las curvas.