
Cuando piensas LamborghiniCuando uno piensa en un V10 o en un V12 italiano, inmediatamente piensa en un motor chillón diseñado para el rendimiento. Pero en Texas, una empresa ha decidido romper los códigos. 1 Way Diesel Performance, un tuneador con sede en el este de Texas, se ha enfrentado a un Lamborghini Gallardo como ningún otro. Y en lugar de montar un sobrealimentador o jugar con el combustible etanol, han optado por una vía totalmente inesperada: un motor Cummins diésel de 5,9 litros con doble turbocompresor digno de las pick-up americanas más extremas.
De chatarra a máquina de guerra (diesel)
El Gallardo original de 2004 había perdido gran parte de su esplendor. Su carrocería estaba dañada, le faltaban piezas y estaba destinado al desguace. Pero para 1 Way Diesel Performance, era una base perfecta. Tras reparar el chasis, sustituir los paneles de la carrocería y darle un llamativo color naranja, se presentó el mayor reto: encajar el gigantesco motor diésel en un compartimento diseñado para un V10 mucho más compacto.

Un vano motor rediseñado, una transmisión original conservada... La operación ha sido casi quirúrgica. Pero el resultado es impresionante: una integración limpia, funcional y, sobre todo, terriblemente eficiente.

Un vertiginoso ascenso en el poder
En 2023, este extraordinario Gallardo presumía de 1.100 CV, suficientes para escandalizar a los puristas y hacer soñar a los entusiastas del diésel de competición. En 2024, se superó la barrera de los 1.500 CV. Como recordatorio, el V10 original producía "sólo" 500 CV. Así que estamos hablando de triplicar la potencia, a costa de un motor que echa humo negro.

Desde el exterior, el Gallardo diésel ya es difícil de pasar por alto, con su amplio kit de carrocería, enorme alerón, suspensión neumática, llantas de 19 pulgadas y pinzas personalizadas. Un aspecto de coche de exhibición que se suma al carácter único de su motor.

Desde luego, este Lamborghini Gallardo diésel no está diseñado para los desplazamientos diarios, ni para un concours d'élégance en Pebble Beach. Pero está causando un gran revuelo en las redes sociales.