Este Lamborghini Huracán Sterrato, con un precio superior a 300.000 euros y diseñado para rallyes, ¡puede con el barro! ¿Una promesa cumplida?

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Cuando piensa en LamborghiniPero el Huracan Sterrato nació para romper moldes. Pero el Huracan Sterrato nació para romper moldes. Y en México, un propietario decidió ponerlo a prueba en un entorno que pocos asociarían con un Lamborghini: barro y aguas profundas.

Un Lamborghini Huracán fuera de lo común

"Sterrato" significa literalmente pista de tierra en italiano. Fiel a su nombre, esta versión extrema del Huracán ha sido diseñada para la aventura todoterreno. Se beneficia de una mayor distancia al suelo (170 mm frente a los 125 mm de la versión clásica), suspensiones reforzadas, protectores de carrocería y tomas de aire diseñadas para resistir el polvo y las salpicaduras. También está equipado con neumáticos todoterreno Bridgestone Dueler, mucho más parecidos a los de un 4×4 que a los de un superdeportivo convencional.

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Bajo el capó, el motor sigue siendo el de un auténtico Lamborghini: un V10 atmosférico de 5,2 litros y 610 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 3,4 segundos y alcanzar los 260 km/h.

La prueba de México

En la región de Sonora, al noroeste de México, un propietario decidió llevar su Sterrato al límite. En un vídeo que se ha hecho viral, se ve al supercoche lanzarse por charcos de barro, cruzar profundas roderas e incluso desaparecer bajo el agua durante unos instantes. Detrás, un Jeep Wrangler parece servir casi de coche escoba.

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Es un espectáculo sorprendente: este Lamborghini, normalmente destinado a carreteras secas y soleadas, se maneja con sorprendente facilidad en condiciones en las que la mayoría de los supercoches ni siquiera se atreverían a aventurarse.

El Sterrato ya es una rara pieza de coleccionista

La experiencia demuestra que el Sterrato no es sólo un ejercicio de marketing. Puede llegar "donde ningún Lamborghini ha llegado antes" (con la posible excepción del SUV Urus). Pero no hay necesidad de correr al concesionario local: los 1.499 ejemplares producidos se vendieron antes incluso de salir de la fábrica de Sant'Agata Bolognese.

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Hoy, si sueña con aparcar uno en su garaje, sólo le queda una opción: el mercado de segunda mano... siempre que un propietario esté dispuesto a desprenderse de su juguete, que cuesta a partir de 315.000 euros, y a menudo mucho más con opciones.


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