Comprado nuevo hace 21 años, vende el Lamborghini con mayor kilometraje del mundo: "es un coche tan conocido".

Publicidad

Hay coches que se compran, que se admiran, que se sacan un domingo por la mañana cuando sale el sol y luego se guardan cuidadosamente bajo una funda. Y luego están los coches en los que vives. El Lamborghini Murciélago El coche de Simon George pertenece a esta segunda categoría, en el extremo opuesto de la idea de supercoche. Durante más de dos décadas, ha sido un compañero diario en la carretera. Hasta el momento que nadie imaginaba... ni siquiera él: el "Big Mercy" cambió de manos.

Una historia que comenzó en 2004

Todo se remonta al 5 de septiembre de 2004. Aquel día, Simon recogió su nuevo Murciélago de Lamborghini Manchester, Stockport. Un coche que salió del concesionario con sólo 64 millas en el reloj. Una época, otra vida: "Tenía treinta y tantos años cuando compré este coche". Durante 21 años, lo condujo una y otra vez, hasta convertir este V12 italiano en un fenómeno. En nuestro artículo publicado en mayo de 2025La historia ya hablaba de su filosofía: rechazar la inevitabilidad de las facturas "oficiales", comprar piezas a fabricantes de equipos originales, reparar de forma diferente y hacer de un Lamborghini un coche cotidiano. La historia me dejó impresionado: un presupuesto de 29.000 euros por una suspensión, un trabajo resuelto por 2.700 euros. Una luz lateral que costaba casi 200 euros se encontró por 9 euros en eBay porque procedía de... un Ford Focus. Ya era bastante inusual.

Publicidad

"Fue como una boda

Simon lo dice sin rodeos: "Realmente ha sido un matrimonio con el Murciélago. 21 años" Y como en cualquier matrimonio, ha habido altibajos. En su caso, los bajos tienen nombre: motores, accidentes, reconstrucciones. La historia se ha convertido incluso en una saga documentada, con dos episodios en los que el coche estuvo "casi destruido" antes de volver. Es un coche "conocido", casi un personaje público, identificado en la calle por su matrícula, seguido durante años en la prensa y en Internet. Simon explica que la matrícula es inseparable del coche: apareció en la revista Evo durante 18 años. Pero lo más loco de la historia es el kilometraje. Simon lo explica con precisión: un viaje a Italia el año pasado, a la fábrica de Lamborghini. Allí, el cuentakilómetros pasó un hito simbólico: 300.000 millas. Hablamos de un superdeportivo que ha recorrido más de 480.000 km, y aún va viento en popa.

La venta se remonta ahora unas seis semanas al momento del rodaje. Lo peor es que el coche sigue vivo... en público. El nuevo propietario lo saca, lo conduce y lo muestra. Simon recibe mensajes: "Te vi en la M4", "Te vi cerca de Sheffield"... aunque ya no sea él. Una mujer a la que no veía desde hacía 20 años llegó a escribirle: "Tu coche está fuera del pub, te estoy buscando, ¿dónde estás?". Tanto es así que Simon se niega a volver a ver el coche. El segundo presentador del canal de YouTube Driver Keepers fue por su cuenta a reunirse con James, el nuevo propietario. Le explica que Simon "no está preparado", que "no está en un buen momento" en lo que se refiere a esta venta, sobre todo a la idea de ver el coche como "de otra persona".

Publicidad

James no es un comprador cualquiera. Coleccionista y entusiasta, propietario de un Diablo y un Ferrari 512 TR, se encuentra con este pedazo de historia casi por sorpresa. Y en los primeros kilómetros se dio cuenta de lo que acababa de comprar. No sólo un Murciélago, sino un Murciélago "conocido". Lo dice claramente: "¡Es un coche tan famoso!". Todo el mundo lo confunde con Simon. En todas partes. Todo el tiempo. En la carretera, James describe un Murciélago que conserva el ADN del Diablo, pero con un toque más moderno: frenada, agarre, adherencia, tracción a las cuatro ruedas que "saca" el coche de las curvas. También insiste en la facilidad de conducción, hasta el punto de utilizarlo en cuanto puede: unos 1.000 kilómetros en unas pocas semanas.

El Lamborghini Murciélago más longevo del mundo no se ha detenido. Simplemente ha cambiado de manos. La leyenda sigue viva, pero el hombre que la escribió durante 21 años ahora debe aprender a verla pasar... sin estar al volante.

Publicidad
YouTube #!trpst#trp-gettext data-trpgettextoriginal=6561#!trpen#vídeo#!trpst#/trp-gettext#!trpen#

¿Te gusta esta entrada? ¡Compártelo!

Publicidad

Deja tu opinión