
Algunos proyectos mecánicos son más aventura que simple reparación. Eso es exactamente lo que Cameron, de DC Motorworks, se ha propuesto hacer con una rara joya: a Lamborghini Diablo Victoria's Secret, 1998.

Problema: este Diablo lleva 14 años sin arrancar. Abandonado en el fondo de un garaje, desmantelado, sucio y con los neumáticos agrietados, el supercoche italiano estaba todo menos listo para volver a rugir. Hubo que empezar de cero: el equipo empezó empujando el coche hasta el taller -no había otra forma de ponerlo en marcha- antes de embarcarse en una revisión a fondo.
El legendario V12 atmosférico no se ha salvado a lo largo de los años. Lo primero es lo primero: una bomba de combustible muerta, hay que drenar el combustible y revisar todo el sistema de combustible. Cameron y su equipo cambian bombas y filtros, rellenan aceite nuevo y purgan meticulosamente el sistema de frenos y el embrague. Un verdadero quebradero de cabeza en un Diablo, donde cada tornillo parece estar oculto bajo otro componente.
Luego está la sorpresa interior: Tras años almacenado, el interior aún presentaba marcas de moho y otras desagradables sorpresas. Afortunadamente, una limpieza a fondo devolvió a la tapicería de color claro su lujoso aspecto original.

Por fin llega el gran momento. Encendido, cebador y... milagro: el V12 tose, farfulla y luego casi corre redondo. El escape no echa mucho humo, y no hay ningún ruido anormal. Por supuesto, algunas luces de advertencia seguían parpadeando en el salpicadero (airbag y freno de mano en particular), pero no importaba: el Diablo está vivo.

Cameron y Andy incluso dieron sus primeros giros al volante. Bajo sus cuidadosas manos, Victoria's Secret avanza de nuevo en sus nuevos neumáticos, sin calarse ni derramar sus tripas sobre el asfalto. La dirección respondía bien, el embrague tenía buen agarre y, a pesar de una ligera fuga de aceite, la prueba fue un éxito.
Incluso después de 15 años de abandono, algunos supercoches consiguen volver a la vida. Es un buen negocio para el propietario de este, ya que se vendió por 350.000 dólares en 2006 antes de estrellarse y luego ser abandonado.