
Durante meses, el futuro deItaldesign ha estado pendiendo de un hilo, entre un silencio embarazoso, preocupaciones sociales y una improbable batalla industrial. Esta vez, es oficial: Volkswagen-Audi ha elegido comprador. El histórico estudio fundado por Giorgetto Giugiaro pasará a estar bajo el control mayoritario de UST, una empresa tecnológica estadounidense con sede en California... de la que pocos sabían nada hasta ahora. La expresión utilizada por Fiom, "se acabó el culebrón", resume perfectamente el ambiente en Moncalieri: una mezcla de alivio y aprensión.
El shock se hace realidad
Ayer mismo, el anuncio de una posible venta fue suficiente para conmocionar a todo Piamonte. En la sede de Italdesign, donde un DeLorean DMC-12 recuerda su legado mundial, los empleados vivían en la más absoluta incertidumbre. A pesar de las sólidas cifras de Italdesign -330 millones de euros de ventas y 30 millones de beneficio neto-, Volkswagen quería deshacerse de esta filial, que se había convertido en "periférica". Esta decisión venía dictada por la reestructuración del Grupo, la presión financiera y el deseo de concentrar la inversión en coches eléctricos y otras tecnologías estratégicas.
Para los empleados fue una píldora difícil de tragar. Muchos se veían a sí mismos como una extensión natural de Audi y Volkswagen. Cuando surgió el nombre UST, la preocupación se convirtió en inquietud: una empresa especializada en servicios digitales, de inteligencia artificial y tecnología, sin un ADN automovilístico evidente. La idea de un reposicionamiento radical o un desmantelamiento parcial parecía de repente plausible. Las recientes salidas de unos sesenta ingenieros hablaban por sí solas del clima interno.
UST toma el control, Lamborghini se queda, Audi también
El acuerdo ahora firmado revela una situación más matizada de lo que temían los empleados. UST se ha hecho con la mayoría de Italdesign, pero Lamborghini conserva una participación significativa, al igual que Audi, que sigue siendo un cliente estratégico a largo plazo. En otras palabras, los proyectos con el grupo alemán no desaparecen, un elemento esencial para estabilizar los equipos y la empresa.
Por parte californiana, la operación se presenta como una alianza de "lo mejor de dos mundos": por un lado, la experiencia de Italdesign en diseño, ingeniería, prototipado y producción de pequeñas series; por otro, las competencias de UST en sistemas digitales, vehículos definidos por software, conectividad e inteligencia artificial. Puede parecer mucha jerga tecnológica, pero el objetivo está claro: convertirse en un gigante híbrido, capaz de acompañar a un fabricante desde la página en blanco hasta el vehículo final, tanto físico como digital.
En los pasillos de Audi se habla de continuidad. Geoffrey Bouquot, Jefe de Desarrollo Técnico, elogia a Italdesign como "socio valioso" y asegura que la colaboración continuará. El Consejero Delegado de UST, Krishna Sudheendra, se muestra igualmente entusiasmado y considera a Italdesign como un acelerador estratégico que permitirá a la empresa afianzarse en la industria automovilística mundial.
Reacciones en Italia: alivio... y preocupación persistente
En Turín, el anuncio tuvo el efecto de una liberación. Marco Gay, Presidente de la Unione Industriali, lo considera un reconocimiento del saber hacer local y de las oportunidades de crecimiento, gracias sobre todo a la participación continuada de Lamborghini y Audi en el capital y los pedidos.
Los sindicatos, por su parte, adoptan un tono más comedido. Gianni Mannori, de la Fiom, celebra el final del "culebrón", pero no oculta su escepticismo: aunque UST garantiza que no está previsto el cierre de ninguna planta y que se protegerán los puestos de trabajo durante cuatro años, las perspectivas industriales reales siguen sin estar claras. Lo más preocupante es la preservación de las competencias y la identidad de una empresa que ha forjado parte de la historia de la industria automovilística mundial.
El otro punto sensible se refiere a las instituciones italianas. Mannori no lo oculta: para él, su ausencia durante estos meses de negociación es "embarazosa". Más amargo aún si se tiene en cuenta que varios industriales y financieros italianos, entre ellos antiguos dirigentes de Ferrari y Fiat, habían intentado una contraoferta patriótica. Su iniciativa llegó demasiado tarde y, al final, no estuvo a la altura de la rapidez de Volkswagen. Por el momento, lo principal está decidido: Volkswagen-Audi ha pasado página, UST entra en escena y el culebrón... ha terminado. UST y el grupo Audi no han revelado el importe de la inversión ni otros detalles del contrato. Sólo queda escribir la próxima temporada.
No recuerdo quien dijo hace unos días que sería bueno que Stellantis comprara esta joya de la familia italiana, yo le contesté que Stellantis estaba más cerca de vender Alfa y Maserati que de comprar nada...¿¡tenía razón o no?!
En cualquier caso, creo que Stellantis dispone de todos los recursos internos de diseño que necesita, ya sea en Turín, París, Shanghai, Detroit, Sao Paulo o Casablanca.