
Italpassion suele hablar de la industria automovilística italiana, de nuevos productos, cifras de ventas y modelos aún en secreto. Rara vez sobre tragedias humanas. Sin embargo, algunos acontecimientos sobrepasan los límites de una simple noticia. La repentina muerte de Vince Zampella es uno de ellos. Porque tuvo que ver con un Ferrari. Porque fue el recordatorio más violento de que una carretera abierta no es una pista de carreras. Y porque en una fracción de segundo, puedes convertirte en pasajero de tu propio coche.
Un accidente extremadamente violento en una carretera notoriamente peligrosa
El domingo 21 de diciembre, poco después de las 12.45 horas, un Ferrari 296 GTS que circulaba por la autopista Angeles Crest, al norte de Los Ángeles, se salió de la carretera por causas aún desconocidas. El coche chocó contra una barrera de hormigón antes de estallar en llamas. Según la Patrulla de Carreteras de California, el conductor quedó atrapado en el habitáculo, mientras que un pasajero salió despedido por el impacto. Ambos ocupantes fallecieron a consecuencia de las heridas.
La carretera, muy apreciada por los aficionados a la conducción por su sinuoso trazado a través de las montañas de San Gabriel, es también notoriamente peligrosa. El día del accidente no se vio implicado ningún otro vehículo. El accidente fue filmado por testigos, y los vídeos circularon rápidamente por las redes sociales. El que compartimos en Instagram se ha recortado deliberadamente. Otras imágenes, difundidas ese mismo día, mostraban desgraciadamente los cuerpos sin vida. Evidentemente, no están destinadas a ser difundidas. El vehículo implicado es un Ferrari 296 GTS, un modelo híbrido con motor central que desarrolla más de 800 CV. Un supercoche excepcional, capaz de prestaciones extraordinarias... pero que, en carretera abierta, está sujeto a las mismas leyes de la física que cualquier otro coche.
Vince Zampella, gran figura de los videojuegos
El nombre de Vince Zampella es probablemente menos conocido para el gran público que las franquicias que ayudó a crear. Sin embargo, en la industria de los videojuegos se le consideraba un pionero. A sus 55 años, dirigía Respawn Entertainment, un estudio fundado en 2010 y adquirido por Electronic Arts en 2017. Se dio a conocer a principios de la década de 2000 con Medal of Honor: Allied Assault, desarrollado en colaboración con Steven Spielberg. Una obra seminal para el shooter moderno. Al mismo tiempo, cofundó Infinity Ward con Jason West y Grant Collier. Su primer juego, Call of Duty, redefinió el género y se convirtió en una de las franquicias más lucrativas de la historia de los videojuegos, con más de 500 millones de copias vendidas. Tras una sonada disputa con Activision y su despido en 2010, Vince Zampella se recuperó creando Respawn Entertainment. El estudio dio a luz a Titanfall, Apex Legends y Star Wars Jedi: Fallen Order. Más recientemente, Electronic Arts le confió la gestión de la franquicia Battlefield, confirmando su estatus de figura clave en el sector.
Los homenajes no han dejado de sucederse desde el anuncio de su muerte. EA elogió su "profunda y duradera influencia en los videojuegos modernos", mientras sus equipos recordaban su capacidad para confiar, fomentar ideas audaces y creer en sus creadores.

Cuando la pasión y la realidad chocan
Los coches Ferrari son un sueño. Encarnan el rendimiento, la tecnología y la emoción pura. Pero también exigen humildad y respeto. Esta tragedia nos recuerda una verdad que a veces preferimos olvidar: en carretera abierta, los márgenes de error son infinitesimales. Una curva mal trazada, un segundo de falta de atención, una velocidad inadecuada, y todo puede venirse abajo. Personalmente, ya he sido testigo de un accidente mortal. Imágenes que nunca se borran. Es el tipo de momento que se te queda grabado para el resto de tu vida y que cambia para siempre tu forma de ver la carretera, la velocidad y la fragilidad del instante.
En esta época del año, cuando las carreteras están más transitadas y la gente está más cansada y apurada que nunca, esta tragedia es una llamada de atención. Piensa en ti mismo. Piensa en los demás. La carretera no es un patio de recreo, ni siquiera cuando estás al volante de los coches más fascinantes del mundo. Vince Zampella deja tras de sí una obra inmensa y millones de jugadores marcados por sus creaciones. Su trágica muerte nos recuerda que, en la carretera, nadie es invencible.