
El Ferrari El F40, el último supercoche homologado por el mismísimo Enzo Ferrari, es un mito. Un monumento al automovilismo italiano, nacido para ofrecer prestaciones puras y emociones descarnadas. Pero en Japón, algunos entusiastas se atreven a hacer lo que muchos considerarían impensable: revisitar el icono. Es el caso de Liberty Walk, el famoso tuneador japonés conocido por sus espectaculares transformaciones de supercoches.

Este Ferrari F40, anteriormente blanco, ya había causado revuelo cuando recibió un kit de carrocería ancha de Liberty Walk, que ensanchaba sus aletas y radicalizaba su silueta. Pero en el Salón del Automóvil de Tokio 2024, se le ha dado una nueva piel: ahora luce una librea azul "Pilot", que recuerda a un coche de carreras de los años 90, en un guiño deliberado al legendario F40 LM.

Bajo esta nueva piel, el F40 conserva todo su carácter, pero adopta un aspecto de puro show car: llantas blancas AME, suspensión ajustable AGT Shock, neumáticos Toyo Tires con flancos marcados y un monumental alerón trasero Liberty Walk. Un coche tan provocador como fascinante.

El 1 de diciembre de 2024, este F40 hizo una llamativa aparición en el Festival NISMO del Fuji Speedway. Las fotos compartidas recientemente en las redes sociales muestran el entusiasmo de los espectadores japoneses, fascinados por esta explosiva mezcla de herencia italiana y exuberancia nipona.

Bajo el capó, el V8 biturbo de 2,9 litros se mantiene fiel a su espíritu original: 478 CV, 577 Nm de par y un carácter rabioso que hizo del F40 uno de los primeros coches en superar los 320 km/h a finales de los 80.

Cuidado puristas: el objetivo de esta creación no es respetar la tradición, sino rendir homenaje al F40 a través de la cultura tuning japonesa, donde el respeto por la mecánica va de la mano de una audacia estética sin límites. De hecho, esta versión Liberty Walk se ha hecho tan popular que se ha reproducido en miniatura, prueba de su estatus de culto en Japón.

Sacrilegio u obra de arte contemporánea, este Ferrari F40 'Pilot' Liberty Walk encarna el encuentro de dos mundos: la elegancia atemporal de Maranello y la creatividad sin límites del País del Sol Naciente.
