Declina amablemente una oferta de 100 millones de $ por su Ferrari F50 GT

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Hay coches tan raros y tan cargados de historia que ninguna cantidad de dinero, ni siquiera de nueve cifras, basta para convencer a su propietario de que se desprenda de ellos. Esto es exactamente lo que ocurrió en la Monterey Car Week de California, donde Arthur Zafiropoulo, un discreto coleccionista, rechazó una astronómica oferta de 100 millones de dólares por su Ferrari F50 GT.

La escena que se convertiría en una leyenda del automovilismo tuvo lugar en el prestigioso marco de The Quail, A Motorsports Gathering, uno de los eventos más refinados de la semana. Allí, bajo la mirada fascinada de entusiastas y expertos, el Ferrari F50 GT chasis número 001 fue coronado "Best of Show". Pero la verdadera sorpresa se produjo entre bastidores: una puja récord, que habría hecho añicos todas las transacciones conocidas en el mundo. Ferrarifue rechazado con un simple "no, gracias".

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El F50 GT, el Ferrari que nunca volveremos a ver

Hay que decir que este F50 GT no es un Ferrari como todos los demás. Construido en 1996 para enfrentarse al McLaren F1 GTR en la categoría GT1, nunca pudo competir debido a un cambio en la normativa que llevó a Ferrari a abandonar el programa en 1997.

Sólo tres coches vieron la luz (aunque inicialmente se habían previsto seis). Y de ellos, sólo uno fue ensamblado íntegramente en Maranello por Ferrari: el chasis 001, el chasis Zafiropoulo. Los otros dos (002 y 003) fueron completados por Michelotto, utilizando piezas existentes. En otras palabras, el F50 GT número 001 es una joya única, la cumbre de esta legendaria trilogía.

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Bajo su capó se esconde un motor V12 de 4,7 litros derivado de la F1, capaz de subir hasta las 10.500 rpm para entregar casi 750 CV. Su diseño radical, marcado por la carrocería de fibra de carbono, un imponente alerón, un enorme difusor, un techo con toma de aire y llantas Speedline negras, lo convierten en uno de los Ferrari más extremos jamás construidos.

Un rechazo que pasará a la historia

Arthur Zafiropoulo, su único propietario desde hace casi tres décadas, siempre ha querido conservar este pedazo de historia. Su apego desafiaba toda lógica financiera. La puja de 100 millones de dólares habría establecido un récord histórico, eclipsando al Ferrari 250 GTO, que se vendió por 70 millones de dólares en 2018.

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Esta negativa nos recuerda una verdad que todos los entusiastas conocen: los Ferraris más raros no tienen precio. Mientras Zafiropoulo siga al volante, este F50 GT seguirá encarnando lo que muchos llaman el "Santo Grial" de los supercoches modernos.


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