
Tuvieron que pasar más de cuarenta años para que el DeLorean DMC-12 cumpliera finalmente la promesa que sugería su diseño. Mítico gracias a la película Regreso al futuro, el famoso coche con puertas de mariposa se ha convertido en un objeto de culto... pero en su momento, su fracaso comercial dejó un sabor amargo.
Cuando salió a la venta en 1981, el DeLorean causó un gran impacto en términos estéticos: carrocería de acero inoxidable cepillado, puertas de ala de gaviota, líneas futuristas... pero el tren motriz era demasiado tímido bajo el capó. La fábrica había elegido un motor V6 PRV (Peugeot-Renault-Volvo) de 2,8 litros que desarrollaba sólo 130 CV. El resultado: un tiempo de 0 a 100 km/h de más de 10 segundos, muy lejos de los deportivos de la época, como el Porsche 911 o el Corvette.
Esta falta de potencia, combinada con un precio elevado, un acabado perfectible, una red de distribución limitada y el escándalo legal que salpicó a John DeLorean, precipitó la quiebra de la empresa tras producir sólo 9.000 ejemplares entre 1981 y 1983. Irónicamente, el cine salvó al DeLorean al darle un seguimiento de culto. Pero en la carretera, nunca estuvo a la altura de lo que prometía.

Hoy, por fin se ha rectificado esta injusticia mecánica gracias a un equipo de entusiastas. Mientras Europa piensa en introducir motores eléctricos, En Estados Unidos, FuelTech ha resucitado un DeLorean sin motor injertando un Ferrari V8 bajo su carrocería de acero inoxidable. En concreto, el motor atmosférico de 4,3 litros y 460 CV de un Ferrari California 2012 siniestrado.

Para hacer frente a esta nueva caballería, el DeLorean recibió una importante actualización técnica: chasis reforzado, suspensión KW, brazos de suspensión de aluminio, silentblocks rígidos, frenos sobredimensionados y neumáticos Toyo R888. La caja de cambios manual de seis velocidades es una Tiptronic prestado de un Porsche 911.
Presentado en el SEMA Show de 2024, el Ferrari DeLorean V8 finalmente salió a la carretera este verano en el evento Caffeine and Octane de Atlanta. Lo que en su día fue acusado de ser un concept car estático es ahora un coche vivo, listo para hacer honor a sus credenciales de supercoche de los 80. Ya podemos imaginarnos una nueva película de Regreso al futuro con este Delorean rugiendo con un motor Ferrari V8.