Entre dos Grandes Premios, Charles Leclerc no pudo resistirse a la llamada del motor V8. El piloto monegasco del Scuderia Ferrari volvió al circuito privado de Fiorano para probar junto a Antonio Giovinazzi, el nuevo Ferrari 849 Testarossael superdeportivo híbrido de 1050 CV que sucede al SF90 Stradale.
Luciendo una librea de camuflaje, mantenida en secreto hasta su presentación pública hace casi 2 meses, el 849 Testarossa hizo rugir su motor biturbo en una mezcla de adrenalina y lluvia. Los dos pilotos se turnaron al volante, acompañados por Raffaele De Simone, que supervisó las pruebas y recogió información crucial para las fases finales de desarrollo.
El regreso de un nombre legendario
Presentado a principios de septiembre, el 849 Testarossa resucita un nombre legendario, esta vez asociado a un coche híbrido recargable que produce una potencia combinada de 1.050 CV. El corazón de la bestia es un V8 biturbo de 830 CV completamente rediseñado, respaldado por tres motores eléctricos para una potencia combinada superior a la del SF90 Stradale, y hasta 415 kg de apoyo aerodinámico a 250 km/h.
Inspirado en prototipos de carreras de los años 70 como el 512 S y el 512 M, el coche combina diseño retro y tecnología. Su silueta, dominada por un alerón trasero de doble cola, ilustra la búsqueda de eficiencia aerodinámica de Maranello y su nueva identidad estilística.
Leclerc: "La sensación con el acelerador es increíble".
Con un tiempo caprichoso, Leclerc fue el primero en salir. Desde sus primeras vueltas, se mostró entusiasmado:
"Me gusta mucho más la sensación del acelerador. Siempre puedes sentir la potencia, pero nunca te sorprende", confiesa.
Una frase que dice mucho de la evolución técnica del coche: más potencia, pero con un control total. De Simone lo confirma:
"Pasamos seis meses retocando el par motor y la respuesta del acelerador. El objetivo era conseguir más rendimiento del motor manteniendo el mismo tiempo de reacción."
Giovinazzi: "1050 caballos de potencia, pero estabilidad real".
Antonio Giovinazzi, ganador de las 24 Horas de Le Mans con Ferrari, también hizo un balance positivo:
"El coche es muy estable, incluso con toda esa potencia. Cuando aceleras, sientes la potencia, pero sigues teniendo confianza.
A pesar de las condiciones cambiantes, alternando calor sofocante y lluvia, el 849 demostró una manejabilidad ejemplar.
El sonido de un Ferrari moderno
A menudo se critica a los hipercoches híbridos por ser demasiado silenciosos, pero el 849 Testarossa no entra en esa categoría. Como lo resumió Antonio Giovinazzi con una sonrisa:
"El sonido es muy chulo".
Un cumplido que tranquilizará a los puristas: el V8 de Ferrari conserva su voz estridente y metálica, firma inseparable del Cavallino Rampante.
Una nueva era para los Ferrari de calle
El Ferrari 849 Testarossa marca un paso decisivo en la transición tecnológica de la marca. Más potente que el SF90, casi tan radical como el F80, encarna el compromiso perfecto. Y cuando dos pilotos de la marca, Charles Leclerc y Antonio Giovinazzi, salen encantados, se puede estar seguro de una cosa: el sucesor del SF90 está asegurado.
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