Ferrari da marcha atrás en una de sus decisiones más controvertidas de los últimos años: la omnipresencia de los mandos táctiles en el volante. La marca del cavallino rampante ofrece ahora a sus clientes una solución práctica y compatible con el pasado: sustituir los controles táctiles por botones físicos reales.
Volver al sentido común

Es una pequeña revolución, o más bien una contrarrevolución. Desde la llegada de modelos como el SF90 Stradale, el 296 GTB y el 12Cilindri, Ferrari había apostado por una interfaz ultramoderna: controles hápticos en el volante, supuestamente para mejorar la ergonomía y la rapidez de ejecución. Pero en realidad, muchos conductores se quejaron de una experiencia frustrante, en la que un simple toque activaba funciones no deseadas, como el control de crucero o el menú de navegación. Ferrari incluso intentó limitar los daños desactivando estas superficies táctiles tras diez segundos de inactividad.
Una nueva opción disponible para muchos modelos

Con motivo de presentación del Ferrari AmalfiFerrari ha hecho oficial que volverá a los botones físicos en el volante. Pero la buena noticia es que esta mejora no es sólo para los primeros compradores. Gianmaria Fulgenzi, responsable de desarrollo de producto, ha confirmado que los propietarios de varios modelos recientes (296 GTB, Purosangue, SF90, 12Cilindri) podrán equipar sus vehículos con este nuevo volante "de la vieja escuela".
"Sí, puedes tenerlo", dijo a TopGear. Mejor aún: no hay que cambiar todo el volante, sólo el cubo central. La operación puede realizarse en cualquier concesionario Ferrari, sin necesidad de devolver el vehículo a Maranello. Una simple prueba de conducción es todo lo que se necesita para validar la actualización.
Una rentabilidad dictada por los clientes
Enrico Galliera, director de marketing de Ferrari, admitió que la marca había sido demasiado ambiciosa con su interfaz táctil. El objetivo inicial, sobre todo para el SF90, era crear una experiencia de conducción tan potente como la electrónica de a bordo. Pero en su afán por optimizarlo todo, Ferrari descuidó un elemento fundamental: la intuición.
"Nuestra filosofía es: manos en el volante, ojos en la carretera. Pero nos dimos cuenta de que los ojos permanecían demasiado tiempo en el volante", reconoció. Ferrari ha escuchado a sus clientes y ha decidido volver a lo básico.
El jefe de diseño, Flavio Manzoni, apoyó esta evolución. Gran partidario del minimalismo, nos recordó que la belleza reside en la sencillez. Y parece que Ferrari ha encontrado por fin el equilibrio adecuado entre modernidad y facilidad de uso.
Los controles táctiles funcionan cuando quieres, y son un coñazo. En el Golf 8.5, volvieron a usar botones físicos en lugar de controles táctiles en el volante.