Ferrari rescinde el contrato con un concesionario implicado en un grave escándalo: clientes en apuros

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Ferrari ha puesto fin oficialmente a su colaboración con uno de sus distribuidores autorizados en Alemania, Mertel Italo Cars, tras un escándalo de grandes repercusiones. El concesionario de Nuremberg está siendo investigado judicialmente por fraude a una escala excepcional, que podría implicar a decenas de vehículos de lujo vendidos a varios clientes a la vez.

Investigación sobre fraude, falsificación y quiebra encubierta

Todo empezó a principios de julio de 2025, cuando la justicia alemana confirmó que había abierto una investigación contra dos directivos de Mertel Italo Cars, sospechosos de orquestar una gran estafa. La fiscal Heike Klotzbücher explicó que las investigaciones se basaban en acusaciones graves: fraude, falsificación de documentos e insolvencia encubierta.

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Se llevaron a cabo registros en los locales de la empresa, situados en el distrito Nordwestliche Außenstadt de Núremberg. Según informaciones aparecidas en varios medios de comunicación alemanes, los directivos de la empresa vendieron determinados modelos de Ferrari a varios clientes diferentes sin llegar a entregar los vehículos, lo que generó una pérdida potencial de cientos de millones de euros.

Uno de los nombres mencionados es el de Siegfried Mertel, fundador y director de la empresa, pero la justicia alemana no ha confirmado oficialmente si es una de las personas contra las que se dirigen los ataques. Hasta la fecha, no ha reaccionado públicamente. Se cree que los dos principales sospechosos han huido a un país de Oriente Medio.

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Ferrari rompe el contrato

Ante la magnitud del escándalo, Ferrari no tardó en reaccionar. En un correo electrónico enviado a sus clientes el 10 de julio de 2025, la marca italiana anunció que había rescindido su contrato de distribución y servicio con Mertel Italo Cars con efecto inmediato.

Sin embargo, Ferrari se mantiene muy prudente en su comunicación: no se hace referencia directa a acusaciones penales. La marca se refiere únicamente al "incumplimiento de obligaciones contractuales" y a quejas de clientes que cuestionan el cumplimiento de las normas de calidad exigidas por la firma de Maranello.

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No obstante, se trata de una medida enérgica e inequívoca. Ferrari también ha anunciado que está buscando un nuevo socio de ventas en la región de Nuremberg para mantener una presencia local de gama alta y tranquilizar a sus clientes. Ferrari se compromete a ayudar a los clientes afectados en la transición a un nuevo punto de servicio autorizado.

Clientes en apuros

Desde el registro, el sitio web de Mertel Italo Cars sigue en línea, pero ya no se responde al número de teléfono, alegando un fallo técnico. Las instalaciones están cerradas al público. La página instragram del concesionario ha sido suprimida. Numerosos clientes preocupados, que esperan la entrega de su Ferrari o quieren recuperar su dinero, han intentado visitar el lugar en persona, sin éxito.

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Las autoridades judiciales alemanas mantienen la cautela: no se sacarán conclusiones hasta dentro de varias semanas, ya que los investigadores tendrán que examinar grandes volúmenes de documentos.

Un golpe a la imagen de la red Ferrari

El asunto Mertel Italo Cars ensombrece la red oficial de la marca del Cavallino Rampante, famosa por su exigencia y su imagen de excelencia. Aunque Ferrari se apresuró a romper los vínculos, la gravedad de las acusaciones y la huida de los presuntos ejecutivos podrían tener repercusiones mediáticas y jurídicas duraderas.

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Este asunto es un recordatorio de que ninguna marca, ni siquiera una tan prestigiosa como Ferrari, es totalmente inmune a los socios morosos. En Alemania, como en el resto del mundo, este asunto debería servir de acicate para reforzar los controles internos y la protección de los clientes en un segmento tan sensible como el de los automóviles de lujo.


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