
En FerrariLa imagen de marca no está en discusión. Históricamente, un piloto de la Scuderia debe encarnar la excelencia del Cavallino Rampante... incluso en su garaje. Esta regla, establecida por el propio Enzo Ferrari, prohíbe a sus pilotos comprar un coche nuevo de otra marca. Sin embargo, un hombre se atrevió a desafiar esta ley no escrita: Gerhard Berger.
Berger, el irreverente
Piloto de Ferrari de 1987 a 1989, el fogoso austriaco fue recordado no por sus victorias, escasas en aquella época, sino por su velocidad y su personalidad. En 1989, siendo aún oficialmente piloto de Ferrari, Berger cometió un sacrilegio: compró un Lamborghini Countach 5000 Quattrovalvole, auténtico icono de Sant'Agata Bolognese y competidor directo del Ferrari Testarossa.
¿Una afrenta? No del todo. Cuando firmó la orden de compra, Berger ya había anunciado su marcha a McLaren. Pero eso no le impidió conducir con orgullo el Countach, incluso atreverse a presumir con él en Maranello.
Un Lamborghini legendario, vendido recientemente
El Countach adquirido por Berger no era un Countach cualquiera. Era uno de los últimos 5000 QV, con un V12 de 5 litros que producía entre 455 y 470 CV, según las estimaciones, frente a los 390 CV del Testarossa. Era una máquina tan sublime como indomable, sin ningún tipo de asistencia electrónica y, digámoslo ya, con una ergonomía italiana: para dar marcha atrás, había que abrir la puerta y sacar la cabeza.

Este coche reapareció en febrero de 2025 en el salón Rétromobile de París, donde fue subastado por Artcurial. Estimado entre 360.000 y 420.000 euros, finalmente se vendió por 405.280 euros. Conservaba la factura original a nombre de Gerhard Berger y su libro de mantenimiento firmado hasta 1990. Una verdadera pieza de la historia de la F1.

¿Y hoy? Leclerc, Sainz, Hamilton
Más de treinta años después de la osadía de Berger, los pilotos de Ferrari respetan escrupulosamente la tradición. A Charles Leclerc sólo se le ve al volante de modelos que llevan el Cavallino Rampante: Ferrari Purosangue, SF90 Stradale, SP3 Daytona. Carlos Sainz también condujo Ferrari Roma y 812 Superfast hasta 2024, antes de recibir su propio SP3 Daytona.
Pero hay una pregunta que está en boca de todos: ¿Qué Ferrari pilotará Lewis Hamilton ahora que se incorpora a la Scuderia? El británico ya posee una impresionante colección de Ferraris, entre ellos un LaFerrari, un LaFerrari Aperta y un 599 GTO. Pero hay un rumor persistente de que este año podría presentarse un Ferrari SP4, un supercoche exclusivo en homenaje al legendario F40.
Ferrari sigue asegurándose de que sus pilotos sean también embajadores de la marca, tanto en la pista como en la carretera. Sin embargo, la historia de Gerhard Berger es un recordatorio de que siempre ha habido espíritus libres, capaces de saltarse las normas por una auténtica pasión por el motor... aunque fuera conduciendo un Lamborghini.