
¿Recuerdas el pasado mes de abril cuando informamos sobre el descabellado proyecto del canal de YouTube DailyDrivenExotics (DDE)? un Ferrari F12 transformado en un monstruo de 1.300 CVcon dos turbos gigantes y un carácter muy alejado de la tenue elegancia de Maranello. Pero la historia no acaba ahí. Recientemente, este mismo F12, ahora destrozado tras varias sesiones de drift extremo, fue entregado al LZ Compound, el patio de recreo del piloto estadounidense y YouTuber Adam LZ. ¿Su objetivo? Repararlo, hacerlo más fiable y, sobre todo, hacerlo aún más formidable en la pista.

En cuanto llegó, quedó claro: el coche, único de su clase en el mundo, estaba en un estado terrible. La cremallera de la dirección está rota, falta la correa del alternador y uno de los turbos echa un humo anormal. Sin embargo, lejos de desanimarse, Adam LZ aceptó el reto.

Una vez en cubierta, él y su equipo descubrieron que la dirección se había arrancado literalmente de su soporte, consecuencia directa de los ángulos de giro extremos impuestos por la deriva. Decidieron reforzar la estructura, añadir topes mecánicos y revisar toda la geometría para evitar futuras roturas. El objetivo era permitir al F12 explotar su potencia con total seguridad.

Tras varias horas de trabajo y soldadura, llegó el momento tan esperado: la prueba. En el circuito privado de Adam LZ, el F12 volvió a rugir. Las mejoras funcionaron a las mil maravillas, la dirección respondió a la perfección y el supercoche se deslizó con precisión quirúrgica.



Sólo un ligero penacho de humo delata aún la fatiga de uno de los turbos. El resultado: el ya legendario Ferrari F12 de DDE se convirtió en el coche de drift más caro y potente jamás creado.
