Tener un Ferrari El F40 es un sueño inalcanzable para la mayoría de los aficionados, ya que los mejores ejemplares se venden por más de 3 millones de euros. Pero esta podría ser tu oportunidad... bueno, casi.
Este F40 único se llama F-Racer Junior. Construido en 1992, es una de las 10 únicas unidades producidas en esta configuración. Y sorpresa, está pintado de negro, un color raro incluso en el F40 real. ¿Tamaño? Perfecto para dos niños... o para un adulto dispuesto a revivir sus sueños de infancia en miniatura.
Pequeño tamaño, gran motor
Bajo la carrocería inspirada en el legendario superdeportivo se esconde un motor de gasolina de 270 cc capaz de impulsar esta réplica hasta los 56 km/h. No es velocidad de autopista, pero es más que suficiente para divertirse en un largo camino de entrada, una parcela privada... o ¿por qué no un campo de golf?
En el aspecto técnico, el F-Racer Junior no se anda con rodeos: frenos de disco hidráulicos en las cuatro ruedas, suspensión independiente, diferencial trasero, plexiglás en el capó y un alerón trasero digno del original.
En el interior, el ambiente es sobrio: un volante de aro plano, un salpicadero con inserciones de carbono, unos contadores funcionales y una sencilla alfombrilla. En resumen, todo lo que necesitas para sentirte como en un supercoche... pero a menor escala.
Más asequible que un auténtico Ferrari F40... pero sigue sin ser barato
RM Sotheby's se dispone a poner a la venta este ejemplar único, que espera alcanzar entre 30.000 y 50.000 dólares. Sí, es mucho para un "coche de bolsillo", pero sigue siendo mucho menos que un F40 auténtico.
Si su banquero hace una mueca ante la mención de un Ferrari F40 de tamaño natural, esta versión en miniatura bien podría ser su próxima adquisición: rara y lo suficientemente compacta como para aparcarla... en su salón.
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