Cristiano Ronaldo y sus supercoches italianos: Ferrari, Lamborghini, Maserati... un garaje con más de 40 vehículos "Casi nunca los conduzco".

A Cristiano Ronaldo no le gusta mucho hablar de sus coches. Sin embargo, en una entrevista reciente, dejó escapar una frase que inmediatamente provocó escalofríos entre los aficionados: "Honestamente, diría que 40 ó 41", refiriéndose al número de coches que posee. Fue una confesión que hizo casi a su pesar, como si ya no se diera cuenta de la magnitud de su colección.

Un garaje que se parece menos a una cochera y más a un museo privado, donde se reúnen hipercoches, GTs excepcionales y piezas extremadamente raras. Y entre todas estas maravillas, los supercoches italianos ocupan un lugar especial en el corazón de CR7. En su colección, donde Bugatti y Rolls-Royce brillan bajo las luces de neón, Italia aporta el alma, la historia y la pasión del automóvil. He aquí un viaje al corazón de los coches italianos de Cristiano Ronaldo (lista no exhaustiva).

Sus Ferraris

Si hay una marca que simboliza mejor el éxito deportivo y personal de Cristiano Ronaldo, ésa es Ferrari. CR7 posee varios modelos legendarios, entre ellos algunos de los más codiciados del siglo XXI.

Ferrari F12 TDF

Una máquina diseñada por ingenieros locos para conductores experimentados. V12 atmosférico, 780 CV, un sonido que retuerce el aire... El F12 TDF es uno de esos Ferraris que respetas incluso antes de conducirlo.

Ferrari F430

Un clásico moderno, un símbolo de la década de 2000, cuando Cristiano explotaba con los colores del Manchester United. El F430 es un deportivo más "emocional" que brutal, y recuerda a lo que era Ferrari antes de la oleada de ayudas electrónicas.

Ferrari 599 GTB

Antes de la brutalidad de la versión GTO, Cristiano Ronaldo poseía desde hacía tiempo el Ferrari 599 GTB Fiorano, uno de los GT más elegantes y versátiles de Maranello.

Ferrari 599 GTO

Uno de los Ferrari con más carácter jamás fabricados. Extremo, ruidoso, exigente.

Ferrari Monza SP1

Una pieza de orfebrería. El Monza SP1 no es un coche, es un manifiesto. Un deportivo futurista inspirado en los Ferrari de los años 50, ultralimitado, ultradeseable. Probablemente sea una de las piezas más impresionantes de su garaje.

Ferrari Daytona SP3

La leyenda del fútbol Cristiano Ronaldo ha añadido otra pieza de museo a su colección: el Ferrari Daytona SP3, uno de los hipercoches más raros y codiciados de Maranello. Limitado a 599 ejemplares, su precio ronda los 3 millones de euros. Ronaldo lo ha personalizado con unos reposacabezas en los que ha bordado "CR7".

Ferrari Purosangue

Un SUV, sí. Pero un SUV Ferrari, con un V12 atmosférico y una presencia espectacular. El Purosangue añade un toque más "práctico" a la colección de CR7...

Su Lamborghini

Cuando Ronaldo quiere algo menos "noble" pero más animal, recurre a Sant Agata Bolognese. Su modelo más conocido es el Lamborghini Aventador LP 700-4, que le regalaron cuando cumplió 27 años. Motor V12, curvas afiladas, silueta de nave espacial... El Aventador encarna exactamente lo que el público espera de un futbolista en la cima del mundo. De hecho, de todos sus coches italianos, es el que más veces se le ha visto al volante.

Su Maserati

El Maserati GranCabrio es menos conocido, pero igual de importante. Savoir-vivre italiano, motor Ferrari bajo el capó, elegancia más sobria que los monstruos de Maranello.

Un garaje inusual... pero casi invisible

Lo que hace aún más intrigante la colección de CR7 es que no conduce casi ninguno de sus coches.
En la misma entrevista en la que habla de sus "40 ó 41" vehículos, explica que ya ni siquiera sabe dónde están guardados algunos de ellos. Ahora conduce a diario un BMW, entre otras cosas gracias a la colaboración del club.

Pero hoy en día, CR7 ya no se define simplemente como un entusiasta de los supercoches. Está evolucionando hacia un auténtico coleccionista, más atento al valor patrimonial de un coche que a las sensaciones que proporciona al volante. Su última adquisición, un Bugatti, es prueba de ello: él mismo admite que le servirá más como inversión. Es un enfoque que recuerda al de un tal Carlos Sainz, que declaró recientemente que poseer un supercoche raro, " es mejor que tener dinero en el banco ".