
Restaurar un Ferrari 308, un icono de los años 70 y 80, puede parecer un sueño para cualquier entusiasta de los coches italianos. Pero en realidad, este sueño puede convertirse rápidamente en una pesadilla. Eso es exactamente lo que le pasó a Ratarossa, un YouTuber británico apasionado de los coches italianos, que pensó en devolver a la vida un 308 GTSi olvidado hace tiempo. El resultado: humo, mucho humo... y una factura abultada.
Un proyecto de bricolaje se esfuma... literalmente
Todo empezó muy bien. Encontrado en estado de abandono, este 308 era una base prometedora para un proyecto de restauración. Entusiasta, Ratarossa documentó cada etapa en su canal de YouTube: desmontaje, limpieza, inspección... hasta el fatídico momento en que el motor empezó a escupir humo negro en cantidades preocupantes.

Lo que en principio parecía un problema menor resultó ser mucho más grave. Tras desmontar el motor, el examen de los cilindros reveló pérdidas de compresión de hasta 20 %, cuando la tolerancia aceptable es de unos 5 %. En el interior, se habían formado charcos de aceite en varias cámaras. Diagnóstico: segmentos cansados, desgaste de los cilindros, estanqueidad comprometida. En resumen, un motor que necesita una revisión completa.
Los expertos toman el relevo
Dada la magnitud de los daños, Ratarossa no tuvo más remedio que llamar a los especialistas. El equipo de RE Performance, conocido por su trabajo en sistemas mecánicos complejos, se hizo cargo del Ferrari V8. Su veredicto fue claro: había que desmontar completamente el motor, revisarlo y reconstruirlo según las reglas del oficio. No es una operación rápida ni barata.

A esto se añade el trabajo de otro especialista, que revisará por completo el sistema de inyección mecánica (el famoso K-Jetronic), sospechoso de sobrealimentación. Una restauración a dos bandas: motor e inyección.
Una factura estimada en varios miles de euros
Aunque Ratarossa aún no ha anunciado una cantidad exacta, las estimaciones son claras:
- Revisión completa del Ferrari V8: entre 15.000 y 20.000 euros
- Restauración del sistema de inyección: entre 2.000 y 3.000 euros.
- Carrocería y pintura parcial: de 5.000 a 10.000 euros según el acabado
- Piezas pequeñas, consumibles, tuercas especiales, accesorios, mano de obra adicional: +2.000 euros
👉 Total estimado: entre 25.000 y 35.000 euros, sin incluir el tiempo invertido ni los problemas imprevistos.
La carrocería también

Mientras el corazón del Ferrari entraba en cuidados intensivos, la carrocería pasaba por las manos de los carroceros. Y aquí también se sucedieron las sorpresas: abolladuras, pintura descolorida, adición de luces laterales para la homologación estadounidense, agujeros mal rellenados... Para recuperar la finura de las líneas europeas originales, la carrocería tuvo que ser soldada, masillada, repintada y pulida. Ratarossa ha optado por conservar su rarísima librea original negra y gris.

Al final, un sueño (muy) caro
Con su mecánica temperamental, las sorpresas bajo la carrocería y las piezas raras que se pueden encontrar, este proyecto de restauración fue mucho más allá del alcance de un simple proyecto de "hágalo usted mismo" de fin de semana.