
Aunque Lewis Hamilton ha dejado huella recientemente ofreciendo un regalo a más de mil empleados de la Scuderia Ferrariesta vez Charles Leclerc que se encontró en el centro de atención de una fiesta de Navidad organizada un poco antes de tiempo. Los regalos recibidos por el piloto monegasco eran mucho menos lujosos... pero estaban cargados de significado. En un vídeo publicado hace unos días en Instagram, vemos a Charles Leclerc desenvolviendo unos regalos que no fueron dados por casualidad. Detrás de estas atenciones están los mecánicos de Ferrari y su ingeniero de pista Bryan Bozzi, empeñados en mezclar humor, autoburla y reconocimiento tras una temporada 2025 que ha sido de todo menos sencilla.
Un primer regalo lleno de humor
El origen de uno de estos regalos se remonta al Gran Premio de Australia, disputado bajo una lluvia torrencial en Melbourne. Aquel día, Charles Leclerc informó por radio de un incómodo problema: su cabina estaba literalmente inundada. "Mi asiento está lleno de agua, realmente lleno de agua", explicó a su ingeniero. La respuesta de Bryan Bozzi, tan seca como irónica, se hizo viral al instante: "Debe ser el agua". Divertido, el propio Leclerc concluyó el intercambio con una frase que se ha convertido en culto: "Añadámosla a las perlas de sabiduría". Tras la carrera, Leclerc explicó el significado de esta ironía compartida en el box de Ferrari. Desde hace varios años, él y sus ingenieros llevan la cuenta de ciertas discusiones inusuales, divertidas o absurdas por radio, a las que se refieren entre ellos como "perlas de sabiduría". Este famoso intercambio en Melbourne, que se ha hecho viral en las redes sociales, nunca se ha olvidado.
Y en la fiesta de fin de año en el box de Ferrari, organizada en un ambiente distendido, lejos de la presión de los fines de semana de carreras, Bryan Bozzi hizo su aparición... vestido de Papá Noel. Ante un Charles Leclerc visiblemente sorprendido, le entregó una camiseta blanca. La camiseta lleva la inscripción inequívoca: "Debe ser el agua", una referencia directa al equipo de radio australiano, acompañada de un guiño igualmente punzante: "Estrategia Ferrari".

Un segundo regalo más agradecido
Pero el momento más emotivo fue el segundo regalo. Los mecánicos de Ferrari regalaron a Leclerc una camiseta negra. En la parte de atrás ponía: "Pero aún así: 1 pole position, 5 primeras filas, 7 podios. ¡Gracias por no rendirte NUNCA! Una frase que resume una temporada complicada, marcada por la falta de victorias. Pero también fue una temporada en la que Charles Leclerc nunca se rindió, continuando presionando, luchando y sacando el máximo partido a su equipo.
