
A la sombra de los legendarios Alfetta y 75, el Alfa Romeo 90 nunca obtuvo el reconocimiento que merecía. Sin embargo, cuando se lanzó en 1984, esta berlina elegante y racional escondía bajo su discreto aspecto una innovación que pocos conocen: un alerón delantero escamoteable, controlado automáticamente en función de la velocidad. Mucho antes de el Lancia Thema 8.32, Alfa Romeo ya había allanado el camino a la aerodinámica activa.
Una berlina italiana nacida en un periodo de transición


A principios de los años 80, Alfa Romeo se encontraba en un punto de inflexión. Entre la herencia deportiva de los años 70 y la llegada de nuevos estándares de confort, la marca buscaba reinventarse. El 90, presentado en noviembre de 1984 en el Salón de Turín y diseñado por Bertone, se basaba en los fundamentos técnicos del Alfetta, con arquitectura transaxle (motor delante, caja de cambios y eje detrás). La carrocería, más sobria, marca un giro hacia una clientela de clase media, sin renunciar a la elegancia italiana.

En el interior, el 90 sorprende: instrumentación digital en las versiones V6, asientos regulables eléctricamente, mandos de las ventanillas... ¡en el techo! El tope de gama Quadrifoglio Oro dispone incluso de un maletín extraíble en lugar de guantera.


El alerón delantero automático: una idea brillante que pasó desapercibida

Bajo su parachoques delantero, el Alfa 90 esconde un dispositivo único en su época: un alerón retráctil que baja automáticamente por encima de unos 80 km/h y sube por debajo de 40 km/h. El sistema, mecánico y controlado por resortes de gas, mejora la estabilidad a alta velocidad, la penetración del aire y la refrigeración del motor. Un principio de aerodinámica adaptativa adelantado a su tiempo, totalmente inédito en una berlina de serie.
Esta característica convierte al 90 en uno de los primeros coches de serie en incorporar un elemento aerodinámico móvil, mucho antes de que la tecnología se popularizara en modelos más prestigiosos. Un detalle de ingeniería que hoy recuerda al alerón activo del último Giulia Quadrifoglio, prueba de que algunas ideas de Alfa simplemente se adelantaron a su tiempo.

Motores de alta calidad en la tradición Alfa Romeo
Bajo el capó, el Alfa 90 utiliza las mismas motorizaciones probadas y comprobadas del Alfetta y del Alfa 6. Los motores de cuatro cilindros van de 1,8 a 2,0 litros (de 128 a 130 CV), mientras que las versiones superiores reciben los nobles motores Busso V6 de 2,0 y 2,5 litros, que desarrollan hasta 156 CV. Una potencia respetable para su época, acompañada de un comportamiento típicamente Alfa: tracción trasera, buen equilibrio de pesos y un sonido cautivador.

En carretera, el 90 es seguro y consistente, más adecuado para la autopista que para la conducción deportiva. La amortiguación original es un poco blanda y la caja de cambios es larga, lo que suaviza el temperamento del coche; muchos propietarios que la han endurecido (amortiguadores adaptativos/más duros) describen el coche como mucho mejor comportado. En resumen: manejo de decente a bueno, pero menos juguetón que un 75.
¿Por qué los 90 no funcionaron comercialmente?

A pesar de sus innovaciones y su comodidad, el 90 nunca fue un éxito. Hubo varias razones para este fracaso:
- Posicionamiento poco claro: intercalado entre el Alfetta al que sustituía y el nuevo 75 (más dinámico y menos caro), el 90 no prometía nada.
- El estilo era demasiado conservador: las líneas cúbicas de Bertone carecían del "factor sorpresa" de Alfa, y la parte trasera causaba división.
- Un producto de compromiso: muchos elementos Alfetta en el habitáculo, espacio decente pero no a la altura de sus rivales, y ergonomía confusa (mandos superiores, instrumentación LED en algunos).
- Imagen de fiabilidad debilitada: pequeños fallos eléctricos/electrónicos, especialmente en las versiones con cuadro de mandos digital.
- La caja de cambios y el chasis son civilizados, haciendo que el coche sea tan agradable de conducir como un gran turismo, pero ofreciendo pocas sensaciones "puristas" en la producción en serie, que es lo que destacaban las pruebas respecto a los rivales alemanes... y el 75 interno.
- Contexto industrial: Alfa en dificultades financieras antes de la adquisición por Fiat (1986), comercialización y actualización de productos limitadas.
Como resultado, sólo se fabricaron 56.328 ejemplares del 90 entre 1984 y 1987, antes de ser sustituido por el más moderno 164, un producto del grupo Fiat.
Un coche innovador, discreto y olvidado
Sin embargo, el 90 contaba con una serie de características únicas, incluyendo un spoiler delantero activo, un maletín integrado, instrumentación digital en algunos niveles de acabado y, sobre todo, el Busso V6 que lo hizo tan memorable. Cuarenta años después, es un Alfa Romeo con clase propia: un buen turismo de carácter tranquilo, injustamente eclipsado por el 75. Es un coche para redescubrir.

¡Mouais el 90 fue el ejemplo a no hacer especialmente! En el tipo de vehículo, independientemente de su alerón activo, que ya llevaba 10 años de retraso cuando salió (motor v6 exceptuado). Nada fiable para un coche de alta gama.
Otro que habla sin haber tenido uno.
¡No lo sabía!
¡Muchas gracias!