
En 2025, el Alfa Romeo 75 cumple cuarenta años. Un aniversario simbólico para una berlina que durante mucho tiempo ha sido rechazada, a menudo incomprendida, a veces ridiculizada por sus atrevidas elecciones técnicas... pero que ahora está totalmente restaurada. El tiempo ha pasado factura: la última Alfa Romeo diseñado antes de la absorción por Fiat, y el último coche con arquitectura Transaxle, se ha convertido en uno de los youngtimer italianos más codiciados del momento. La ocasión perfecta para rendirle homenaje.
1985: un salón nacido para celebrar un aniversario... y pasar página
El 17 de mayo de 1985, Alfa Romeo celebró su 75º aniversario. En lugar de soplar las velas con un modelo simbólico, la marca decidió desvelar una nueva berlina. El nombre era obvio: el 75.
Sustituyó al Giulietta y tenía mucho en común con el Alfa 90, pero se posicionó de forma radicalmente distinta. El 90 asumía el papel de gran turismo confortable. El 75 era el deportivo familiar.



Domenico Chirico dirigió el proyecto y Ermanno Cressoni, jefe del Centro Stile, se atrevió a crear un diseño profundamente anguloso, casi brutalista, totalmente ochentero. La aerodinámica era menos importante que la personalidad, y esta silueta en forma de cuña se convirtió en una de las firmas más reconocibles de la historia de Alfa. Con una longitud que oscila entre los 4,33 y los 4,42 metros según la versión, dispone de un inmenso maletero de 500 litros, sorprendente para un vehículo tan compacto de tracción trasera. Pero son el reparto de pesos 50/50 y la configuración Transaxle (caja de cambios y embrague en la parte trasera) los que dan carácter al coche. Un carácter que seducirá tanto a los clientes privados como a los servicios públicos italianos: carabinieri, bomberos, conductores de ambulancias y unidades especiales harán de él su montura oficial.

Motores, innovaciones y carácter
Desde su lanzamiento, la berlina ofreció una amplia gama de motores: desde el 1.6L de 110 CV del que se produjeron casi 100.000 unidades, a los varios 2.0 Twin Spark que introdujeron el doble encendido en Alfa Romeo, pasando por el 2.5 y luego el 3.0 Busso V6, sin olvidar un turbodiésel sorprendentemente potente para su época.



La llegada del 1.8 Turbo en 1986 marcó un punto de inflexión. Con su gran turbo Garrett, su cuidada refrigeración y la brutalidad típica de los motores sobrealimentados de los 80, sentó las bases de una verdadera carrera deportiva. El 75 Turbo Evoluzione, homologado en 1987, llevó esta ambición aún más lejos.

El tope de gama tomó forma con el 3.0 América V6, aumentado a 185 CV, capaz de alcanzar los 220 km/h en un ambiente repentinamente lujoso gracias a la introducción del ABS, el aire acondicionado, el control de crucero y un equipamiento notable para la época. En 1992, la carrera comercial del coche llegó a su fin, en favor del 155. En total se fabricaron 387.000 Alfa 75, de los cuales algo más de 21.000 eran V6. Para muchos, el último Transaxle de tracción trasera fue el "verdadero" último Alfa Romeo.
Una deportista infravalorada... pero nunca olvidada por los aficionados
El 75 nunca dominó los campeonatos internacionales, pero dejó huella en quienes lo condujeron. En rallies, sobre todo en Francia, ofreció muchas victorias de clase, especialmente en manos de Yves Loubet. En los años 80, encarnó un cierto espíritu Alfa Romeo: crudo, comprometido, exigente, a veces caprichoso, pero terriblemente entrañable.

Algunos siguen compitiendo... y a veces ganando. Como este 75 turboalimentado con 410 CV visto en una subida a una colina en Grecia, el 75 Turbo Evoluzione n°239, l'Alfa Romeo 75 con motor Busso con más de 500 CV, o el Alfa Romeo 75 Turbo Prototech de 350 CV.
Un mercado en auge: de nuevo a favor
En 2025, los precios se dispararon. Un 75 Twin Spark limpio supera ya los 12.000 euros, un Turbo puede superar los 25.000 euros, y un Evoluzione... más de 80.000 euros, dado que los ejemplares son escasos. La tendencia se acentúa gracias a los tuneadores europeos que dan nueva vida al mito. Durante mucho tiempo, el Alfa Romeo 75 tuvo la imagen de una berlina improvisada, símbolo de una época complicada para la marca. Hoy, parece más bien un canto del cisne, una de las 100 últimas creaciones Alfa Romeo %, fogosa, imperfecta, pero profundamente sincera en su filosofía.

Cuando era niño, mi padre tenía la versión 1.8 de IE en color verde botella.
¡Desde entonces soy un Alfista! Ese sonido inimitable (se oía al volver del trabajo desde muy lejos), el escape central "ligeramente torcido", los deslizamientos con la tracción trasera...
El último verdadero Alfa con las características técnicas y los motores específicos de esta marca, si el 164 conservó los motores, por desgracia no la tracción trasera, ¡una herejía para un turismo del segmento E de Alfa!
Io avevo l alfa 75 1.6 del 1986 l ho comprata nel 1997 era di colore azzurro metallizzato, mi ha dato tante soddisfazioni, un motore con catena a doppia maglia di distribuzione non mi ha mai dato grossi problemi, se qualcuno me la ridasse o la venderebbe io la ricomprerei, prima di questa avevo la Giulietta 1.6 comunque era una bellissima macchina e aveva una linea invidiabile bellissima
Salve a tutti mi chiamo Filippo D'orazio e sono di Roma
Avevo l'alfa 75 ma la 164 era più bella
Alfa Romeo es la historia de las motos deportivas de los últimos años. Ho avuto un 2,0 TD col quale ho viaggiato per 1 milione di km. Una maravilla.
Ho detto tutto!.